TECNOLOGÍA
La IA ya no responde. Ahora decide. Y el reto está en cómo lo hará
Durante años, pensamos en la inteligencia artificial (IA) como una tecnología que respondía. Que reaccionaba.

Hoy, enfrentamos un escenario distinto: uno donde la IA comienza a tomar decisiones, anticiparse a los escenarios y operar con mayor autonomía. El gran desafío ya no es si debemos adoptarla, sino cómo aseguramos que su impacto sea confiable, ético y estratégico para las organizaciones.
Ese fue el foco de SAS Innovate 2025, el evento global más importante de nuestra compañía. Allí se discutieron tres tecnologías que ya están redefiniendo el juego: IA cuántica, Agentic AI y Digital Twins. Desde Colombia seguimos de cerca esa conversación, porque lo que allí se presentó no es ciencia ficción: ya empieza a aterrizar en sectores como banca, gobierno o telecomunicaciones.
Uno de los hallazgos más reveladores fue una encuesta a 500 líderes de cinco países. Más del 60% afirmó estar invirtiendo o explorando activamente en IA cuántica, y más del 70% vio su mayor potencial en funciones como machine learning, I+D, ciberseguridad y cadena de suministro.
Pero este avance no está exento de preguntas urgentes. ¿Cómo se gobierna una IA que ya no solo ejecuta, sino que propone? ¿Cómo se garantiza que sus decisiones estén alineadas con los valores organizacionales y regulatorios? En SAS creemos que la respuesta está en construir sobre bases sólidas: gobernanza embebida, trazabilidad, detección de sesgos y ética desde el diseño.
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Uno de los conceptos más potentes del SAS Innovate fue la IA Agentic. Ya no hablamos de automatizar tareas, sino de construir agentes que se adaptan, aprenden del entorno y actúan con propósito, sin perder el control humano. Una promesa poderosa, pero que requiere decisiones responsables desde el desarrollo.
En Colombia ya hay señales de avance. Iniciativas como ColombIA Inteligente, del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, muestran una apuesta concreta por aplicar IA y tecnologías cuánticas a problemas sociales y productivos. El reto ahora es fortalecer esa visión con talento, inversión y regulación.
Porque como hemos afirmado desde SAS, la pregunta ya no es si usaremos estas tecnologías, sino cómo las implementamos con visión, control y estrategia. El momento para asumir esa responsabilidad es ahora.