Tecnología
La inteligencia artificial dispara el número de estafas: así funcionan las nuevas modalidades que ponen en riesgo a los usuarios
La IA permite a los ciberdelincuentes automatizar procesos, personalizar mensajes y engañar con mayor precisión.
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Los ciberdelincuentes ya están utilizando la inteligencia artificial (IA) para perfeccionar sus campañas fraudulentas y hacerlas más efectivas. Esta tecnología potencia estafas como las falsas ofertas de empleo, la extorsión a través de reseñas negativas o los engaños relacionados con la supuesta recuperación de fondos.
Las estafas se han convertido en una amenaza global que afecta a todos los grupos demográficos y cuyo objetivo es obtener beneficios económicos de personas vulnerables. Según el informe El estado de las estafas 2025 de la Alianza Global contra las Estafas, el 57 % de los adultos fue víctima de una estafa en el último año, y el 23 % sufrió el robo de dinero.
Con el uso de la inteligencia artificial, estas amenazas se han vuelto más sofisticadas y convincentes. Los estafadores emplean esta tecnología para ampliar su alcance y mejorar la calidad de sus engaños, tal como advierte Google en su reciente informe sobre fraudes digitales.

Entre las tendencias más frecuentes se encuentran los esquemas de extorsión mediante reseñas negativas. En estos casos, los delincuentes amenazan a empresas con publicar comentarios falsos para afectar su reputación, y exigen un pago para evitarlo o detenerlo.
Las estafas de empleo en línea también están en aumento. Los delincuentes se hacen pasar por plataformas u organismos oficiales para atraer a personas desempleadas con ofertas falsas. Luego solicitan un pago anticipado para incluirlas en un supuesto proceso de selección, o les piden completar formularios con los que obtienen datos sensibles, como cuentas bancarias, números de tarjeta o documentos de identidad.
Estos fraudes suelen difundirse mediante correos electrónicos fraudulentos que incluyen enlaces maliciosos utilizados para distribuir malware, como troyanos bancarios o herramientas de acceso remoto.
Otras modalidades se enfocan en la suplantación de servicios populares, incluidos los relacionados con inteligencia artificial. Mediante anuncios engañosos prometen acceso gratuito o exclusivo, pero lo que las víctimas obtienen son aplicaciones maliciosas, robo de credenciales o suscripciones con cargos excesivos.

Los ciberdelincuentes también aprovechan la necesidad de navegar de manera segura para promocionar servicios falsos de redes privadas virtuales (VPN). Tras su instalación, estos programas pueden robar información confidencial, tomar el control del dispositivo o extraer datos como el historial de navegación, mensajes privados o información bancaria.
Otra práctica en crecimiento consiste en contactar a personas que ya han sido estafadas, haciéndose pasar por investigadores de blockchain, bufetes de abogados, agencias gubernamentales o incluso hackers a sueldo. Prometen recuperar el dinero perdido a cambio de un pago por adelantado, que luego desaparece sin brindar ninguna solución.
Finalmente, durante eventos de alto consumo —como Black Friday o la temporada de Navidad— proliferan campañas fraudulentas que atraen a las víctimas mediante ofertas irresistibles y la suplantación de marcas reconocidas.
*Con información de Europa Press.


