Tecnología
La llamada telefónica que nunca debe contestar porque los delincuentes desocupan por completo sus cuentas bancarias
Los ciberdelincuentes, con ayuda de la tecnología, se reinventan con nuevas técnicas para engañar a los usuarios.
Recibir una llamada o un mensaje de un número desconocido se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza, ya que los ciberdelincuentes utilizan esta estrategia para engañar a las personas y robar sus datos personales sin que se den cuenta. Este tipo de ataque es conocido como “ingeniería social”, una técnica de manipulación que busca aprovechar los errores humanos para obtener información privada, acceso a sistemas o bienes valiosos. En el ámbito digital, es ampliamente utilizada para cometer estafas que pueden dejar a los usuarios sin un peso en sus cuentas bancarias.
“Las estafas basadas en la ingeniería social explotan la forma en que las personas piensan y actúan. Por ello, estos ataques son muy efectivos para manipular el comportamiento de los usuarios. Una vez que un atacante comprende qué motiva a un usuario, puede engañarlo y manipularlo con eficacia”, explican desde Kaspersky.
En este contexto, una de las modalidades de estafa que ha ganado popularidad en los últimos tiempos son las llamadas telefónicas, ya que es un método sencillo para que los delincuentes persuadan a sus víctimas, ejerzan presión y logren su objetivo sin mayor esfuerzo.
Tendencias
Expertos en diferentes países han advertido sobre un nuevo modus operandi que tiene en alerta a millones de usuarios en todo el mundo, ya que estas técnicas se propagan rápidamente por distintos continentes. Se trata de la estafa de la llamada perdida: los delincuentes realizan una llamada, cuelgan y esperan a que la persona la devuelva.
Para llevar a cabo este tipo de fraude, los ciberdelincuentes utilizan tácticas sofisticadas apoyadas en programas informáticos que les permiten hacer llamadas masivas a números aleatorios. Estas llamadas duran apenas unos segundos, desapareciendo de la pantalla y dejando al usuario confundido, lo que despierta su curiosidad y lo lleva a devolver la llamada.
La clave para evitar caer en este tipo de engaños es identificar los números que suelen realizar estas comunicaciones. Muchos provienen de otros países con prefijos internacionales, como el 355 de Albania, el 255 de Costa de Marfil o el 234 de Nigeria.
El truco está en que, al devolver la llamada, la víctima se conecta con una línea de pago que incrementa significativamente su factura telefónica, obligándola a pagar altas sumas de dinero por un servicio que no ha consumido.
Además, esta modalidad se utiliza para suplantar la identidad de empresas, con el fin de ganarse la confianza de las personas y solicitarles información personal o financiera. Un ejemplo claro es cuando llaman para informarle que ha ganado un supuesto premio, solicitándole datos para enviárselo.
“Los ataques de ingeniería social se basan en que el atacante persuade a la víctima y gana su confianza. Al exponerse a estas tácticas, es muy probable que la persona realice acciones que de otro modo no haría”, señalan los expertos.