Tecnología
La mala práctica al cargar el celular que estaría disparando el consumo de energía en su hogar
Dejar el cargador del móvil enchufado cuando no se está usando puede parecer inofensivo, pero tiene varias implicaciones.


Es una escena cotidiana: la mayoría de los usuarios desconectan el celular al finalizar la carga, pero deja el cargador conectado al enchufe. Esta práctica, adoptada por comodidad para evitar tener que reconectarlo posteriormente, ha generado un debate sobre sus posibles consecuencias.
De acuerdo con el portal especializado Xataka, aunque mantenerlo enchufado no representa un peligro directo para la seguridad del hogar, sí puede impactar negativamente en el consumo energético. El cargador continúa utilizando una mínima cantidad de electricidad aun cuando no está con ningún dispositivo. Este fenómeno se conoce como ‘consumo fantasma’ o ‘standby power’.
El gasto energético individual puede parecer insignificante —entre 0.1 y 0.5 vatios por hora por cargador—, pero el impacto se magnifica cuando se considera el uso acumulado en millones de hogares. Así, una práctica aparentemente inofensiva puede traducirse en una carga considerable para el sistema energético y el bolsillo del consumidor.

Según explican, “cuando se mantiene el cargador en el enchufe sin conectar el móvil, el flujo principal de corriente se interrumpe, pero no por completo: los componentes internos se mantienen en funcionamiento y en espera”.
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Más allá del consumo energético, existe un riesgo adicional, aunque poco frecuente: los incendios eléctricos. Si bien no es una situación habitual, los cargadores de baja calidad, deteriorados o falsificados pueden sobrecalentarse incluso sin estar en uso, lo que puede derivar en cortocircuitos, derretimiento de componentes plásticos o, en casos extremos, incendios. Por ello, los especialistas en seguridad eléctrica recomiendan el uso exclusivo de accesorios certificados por el fabricante y su desconexión cuando no se utilicen.
Otro riesgo potencial está relacionado con las fluctuaciones eléctricas. En zonas con instalaciones inestables o propensas a tormentas, un cargador enchufado sin supervisión puede resultar dañado por picos de tensión, reduciendo su vida útil e incluso comprometiendo futuros dispositivos que se conecten a él.
Además, la exposición continua a la corriente eléctrica puede provocar un desgaste prematuro en los componentes internos del cargador. Aunque el deterioro no es inmediato, con el tiempo puede derivar en fallos de funcionamiento, menor eficiencia e incluso representar un riesgo para la seguridad.

Recomendaciones para proteger el cargador del celular
- Usar cargadores originales o certificados: Es fundamental utilizar el cargador original del dispositivo o adquirir uno avalado por el fabricante. Aquellos que son genéricos o falsificados pueden no cumplir con los estándares de seguridad, lo que aumenta el riesgo de sobrecalentamientos, cortocircuitos o incendios.
- Evitar enrollar el cable con fuerza: Enrollar el cable de forma apretada o incorrecta puede dañar su interior, generar puntos de quiebre o fallos de conexión. Es preferible doblarlo suavemente en forma de bucle y sujetarlo sin presión, utilizando organizadores o cintas de velcro.
- Mantenerlo alejado del calor y la humedad: Es recomendable evitar exponer el cargador al sol, fuentes de calor o ambientes húmedos como baños o cocinas. Estas condiciones pueden afectar su funcionamiento y reducir su durabilidad.
- No utilizarlo si presenta daños: Si el cargador muestra signos de deterioro —como cables pelados, enchufes deformados, sobrecalentamiento o chispas— debe dejar de usarse de inmediato. Continuar utilizándolo puede representar un riesgo tanto para el dispositivo como para la integridad del usuario.