La peligrosa forma en que delincuentes pueden utilizar sus datos médicos para vaciar las cuentas bancarias

Los ciberdelincuentes continúan desplegando sus estrategias para robar información personal, un recurso valioso que, una vez obtenido, les permite cometer estafas, extorsiones y otros delitos informáticos que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos.

Con cada dato confidencial que logran captar, se abre una puerta a una serie de fraudes que afectan a millones de personas a nivel global, independientemente del país. El alcance de sus métodos es rápido y eficaz, atacando a través de aplicaciones de mensajería, plataformas de comercio electrónico y otros servicios con alto flujo de datos sensibles.

Entre los datos más codiciados se encuentran números de tarjetas de crédito, contactos, correos electrónicos, fotos, videos y documentos, pero uno de los mayores peligros es el acceso a la información médica de los usuarios. Pese a ser un aspecto de gran vulnerabilidad, rara vez se habla del riesgo que implica la exposición de estos datos, que, en manos equivocadas, pueden ser utilizados para fines muy perjudiciales.

Según los expertos en ciberseguridad de ESET, los datos médicos se consideran entre la información más sensible que los usuarios comparten. Por ello, es crucial adoptar medidas adicionales para proteger esta información y evitar que caiga en manos de personas malintencionadas.

Algunos de los datos más sensibles incluyen

• Números de póliza de seguro médico o similares
• Información personal identificable, como el número de la Seguridad Social, dirección postal, correo electrónico, fecha de nacimiento y datos filiatorios
• Contraseñas de cuentas médicas, financieras y de seguros
• Historial médico, incluidos tratamientos y recetas
• Información sobre facturación y pagos, como datos de tarjetas de crédito y débito y cuentas bancarias

Los especialistas advierten que, con acceso a esta información, los delincuentes podrían incurrir en diversas actividades delictivas, como cargar facturas en tarjetas de crédito, abrir nuevas líneas de crédito, vaciar cuentas bancarias o hacerse pasar por la víctima para obtener servicios médicos y medicamentos costosos. En casos más graves, si los datos incluyen información sobre tratamientos o diagnósticos, los delincuentes podrían recurrir al chantaje.

Ante un posible incidente de filtración de datos médicos, es fundamental que los usuarios tomen medidas para controlar la situación y prevenir el uso malintencionado de su información. Los expertos sugieren los siguientes pasos:

• Analizar las alertas: Ante cualquier indicio de incidente relacionado con datos, es crucial examinar con detalle los mensajes recibidos, ya sea por correo electrónico, WhatsApp u otros medios. Las señales de fraude pueden incluir errores gramaticales, ortográficos o solicitudes urgentes de información personal.
• Evaluar la gravedad: Determinar qué datos específicos han sido comprometidos es esencial. Es importante identificar si la filtración fue accidental o si se trata de un acceso malintencionado y si la información estaba cifrada.
• Estar alerta a actividades sospechosas: Si se sospecha que los datos personales y médicos han caído en manos equivocadas, es vital estar atento a actividades como facturas médicas por servicios no solicitados o movimientos bancarios inusuales.

• Notificar inmediatamente: Ante la detección de transacciones anómalas o errores en la facturación, se debe informar de inmediato al proveedor o entidad involucrada. Lo ideal es realizarlo por escrito y también a través de otros canales, como correo electrónico o teléfono, para asegurar que la notificación sea efectiva.
• Congelar el historial crediticio: En caso de que la filtración involucre información personal sensible, se recomienda congelar el historial crediticio, lo que evitará que se aprueben créditos fraudulentos a nombre de la víctima. También es recomendable suspender las tarjetas de crédito comprometidas.

• Restablecer contraseñas comprometidas: Si la filtración incluye contraseñas de acceso, lo mejor es que el proveedor de servicios las restablezca automáticamente. Si esto no sucede, es aconsejable cambiar las contraseñas manualmente para reforzar la seguridad de las cuentas.
• Protegerse de fraudes adicionales: Los delincuentes pueden usar los datos obtenidos para realizar intentos de fraude posteriores, como ataques de phishing a través de correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas telefónicas. Estos fraudes aprovechan la confianza derivada de la información obtenida, solicitando datos adicionales para seguir con la estafa.