Tecnología

Las únicas que sobrevivirían a una bomba atómica se vuelven en poderosas armas: “pueden operar en enjambres o individualmente”

Las criaturas más resistentes del planeta ahora forman parte de sistemas de inteligencia táctica militar.

2 de agosto de 2025, 3:19 a. m.
Desde laboratorios emergen formas de vida cibernética para tareas tácticas complejas.
Nuevas estrategias de defensa fusionan biología e IA para soluciones invisibles. (imagen referencia generada con IA) | Foto: ChatGPT - Semana

En el horizonte de la guerra moderna, los avances en tecnología militar están dando paso a un nuevo tipo de armamento: organismos vivos modificados para servir como herramientas de combate, vigilancia y reconocimiento. Europa, particularmente Alemania, está marcando una ruta distinta, alejándose del poderío convencional y apostando por sistemas autónomos impulsados por inteligencia artificial y bioingeniería.

Entre las iniciativas más disruptivas se encuentran los denominados “bio-robots”, desarrollos que combinan vida orgánica con circuitos, sensores y algoritmos. Se trata de una evolución de la guerra hacia territorios antes solo imaginables en la ciencia ficción, donde incluso insectos como cucarachas pueden convertirse en agentes de inteligencia.

Alemania y la carrera por la supremacía tecnológica militar

Mientras muchas potencias continúan fortaleciendo su arsenal tradicional, Alemania ha comenzado a explorar un enfoque alternativo. En ciudades como Múnich, centros tecnológicos emergen con propuestas vanguardistas para transformar por completo la concepción del combate.

La empresa Helsing, una firma con base en esa ciudad, ha asumido un rol clave en esta transformación. Su cofundador, Gundbert Scherf, compara el momento actual con la relevancia estratégica que tuvo el Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial. Esta nueva etapa, dice, podría rediseñar el equilibrio militar global gracias a herramientas como drones inteligentes, enjambres robóticos y agentes biológicos automatizados.

La robótica viva avanza al integrar circuitos en organismos que resisten lo extremo.
Equipadas con tecnología, especies como las cucarachas se convierten en herramientas de vigilancia. | Foto: Swarm Biotactics

Uno de los desarrollos más singulares surge de la start-up Swarm Biotactics, que introduce una categoría radicalmente distinta de dispositivos militares: organismos vivos intervenidos con tecnología de última generación.

Insectos espías: la revolución biotáctica en tiempo real

Swarm Biotactics ha ido más allá del diseño de robots mecánicos. Su propuesta consiste en convertir insectos reales, especialmente cucarachas, en sistemas de espionaje.

Mediante pequeñas mochilas electrónicas instaladas en sus cuerpos, estos insectos son capaces de ejecutar tareas de reconocimiento en entornos urbanos densos, inestables y altamente vigilados.

El sistema, según la empresa, se basa en una robótica viva y adaptable: organismos modificados con sensores, inteligencia artificial y mecanismos de control remoto. Las mochilas incluyen herramientas para navegación, comunicación y transmisión de datos, lo que les permite actuar tanto en grupos sincronizados como de forma autónoma.

Insectos con IA y sensores actúan en grupo o de forma independiente con alta precisión.
La ciencia de defensa redefine sus límites al integrar especies resilientes en sistemas invisibles. | Foto: Swarm Biotactics

“Los bio-robots pueden desplegarse en enjambres o de manera individual, y están preparados para misiones de precisión táctica”, aseguró Stefan Wilhelm, director ejecutivo de Swarm Biotactics. La combinación entre la movilidad natural de los insectos y la tecnología aplicada permite acceder a zonas donde otras herramientas fallan o serían fácilmente detectadas.

Estos avances redefinen el panorama del combate moderno, abriendo un nuevo capítulo en el que la biología, la robótica y la inteligencia artificial convergen para crear armas silenciosas, invisibles y cada vez más inteligentes.