Días antes de que termine el 2025, el universo ofrecerá un regalo especial para los amantes de la astronomía. En plena temporada navideña, el cielo nocturno será escenario de uno de los fenómenos más esperados de diciembre: la lluvia de estrellas Úrsidas. Aunque no es la más intensa del año, este evento destaca por coincidir con las celebraciones de Navidad.
Las Úrsidas reciben su nombre porque parecen originarse en la constelación de la Osa Menor, cerca de la estrella Polar. Se producen cuando la Tierra atraviesa los restos dejados por el cometa 8P/Tuttle, un cuerpo celeste que completa su órbita alrededor del Sol aproximadamente cada 13,6 años. Al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, estas partículas se desintegran y generan destellos luminosos.

De acuerdo con el sitio web del Instituto Geográfico Nacional (IGN) de España, la lluvia de estrellas Úrsidas estará activa en diciembre de 2025, con un período que se extiende, de forma aproximada, entre el 17 y el 26 del mes. Aunque su actividad suele ser moderada en comparación con otros eventos similares.
Durante su pico, este fenómeno registra una frecuencia aproximada de entre 10 y 50 meteoros por hora, que cruzan el cielo a una velocidad cercana a los 33 kilómetros por segundo. A pesar de estas cifras, las Úrsidas suelen pasar desapercibidas, ya que ocurren entre dos lluvias mucho más intensas: las Gemínidas, cuyo máximo se produce alrededor de una semana antes, y las Cuadrántidas, que alcanzan su punto álgido cerca de dos semanas después.

Según cálculos de los expertos, los observadores ubicados en latitudes cercanas a los 40 grados norte, el radiante de esta lluvia permanecerá visible por encima del horizonte durante toda la noche, lo que favorece su observación prolongada.
Las personas que deseen observar la lluvia de estrellas Úrsidas no requiere equipos sofisticados ni conocimientos técnicos avanzados. A diferencia de otros eventos astronómicos, este fenómeno puede disfrutarse a simple vista. Los expertos recomiendan buscar un lugar oscuro, preferiblemente en áreas rurales o elevadas, donde las luces artificiales no interfieran con la visibilidad del cielo nocturno.

La mejor hora para observar las Úrsidas suele ser después de la medianoche y antes del amanecer, cuando el punto radiante de la lluvia se encuentra más alto en el cielo. No es necesario mirar directamente hacia la constelación de la Osa Menor; de hecho, los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del firmamento. Lo ideal es recostarse, permitir que los ojos se adapten a la oscuridad durante al menos 20 minutos y mantener una observación constante.










