Tecnología
Los ajustes clave que debe hacer para mejorar la imagen del televisor y evitar que las películas se vean oscuras
Una imagen demasiado oscura obliga a los ojos a esforzarse para distinguir detalles, especialmente si hay poca iluminación ambiental.

Los televisores de última generación incorporan tecnologías avanzadas que permiten ofrecer una experiencia más completa y personalizada al usuario. Actualmente, este dispositivo ha adquirido un rol central en los hogares, al convertirse en una de las principales fuentes de entretenimiento. A través de él, los usuarios acceden a películas, series, documentales, música, videojuegos en línea y otras actividades que aprovechan en su tiempo libre.
Sin embargo, es frecuente que algunos usuarios experimenten inconvenientes con la calidad de la imagen. Estas fallas no siempre están relacionadas con defectos del equipo, sino con una calibración incorrecta o configuraciones que requieren ajustes específicos para mejorar el rendimiento visual.
Uno de los problemas más comunes es la aparición de imágenes más oscuras de lo habitual, con sombras carentes de detalle y zonas que se funden entre sí, lo que dificulta una correcta visualización del contenido. Es importante señalar que este tipo de fallas no necesariamente se deben a la calidad del dispositivo, sino a especificaciones técnicas que pueden modificarse fácilmente.

En particular, muchas de las producciones audiovisuales actuales, especialmente aquellas disponibles en plataformas de streaming, están diseñadas con una estética cinematográfica. Estas recurren a paletas oscuras, iluminación tenue y contrastes marcados para lograr una ambientación más envolvente y realista. Este estilo visual exige que los televisores puedan distinguir con precisión los matices entre sombras, tonos grises y áreas iluminadas.
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El problema surge cuando el televisor no cuenta con una calibración adecuada, lo que impide reproducir correctamente esos contrastes. No obstante, es posible solucionar estos inconvenientes sin necesidad de recurrir a herramientas externas o costosas, ya que muchos modelos actuales incluyen funciones internas que permiten realizar ajustes de imagen.
Para optimizar la visualización, los especialistas recomiendan prestar atención a tres parámetros esenciales: el nivel de negro, el contraste dinámico y el brillo mínimo. Para acceder a estas opciones, basta con ingresar al menú principal del televisor y localizar la sección de ajustes de imagen. En el caso del contraste dinámico, si este se encuentra configurado en un nivel muy alto, se sugiere reducirlo a un valor medio o bajo. Esto permitirá mejorar la diferencia entre zonas claras y oscuras, aunque se debe tener presente que un contraste excesivamente bajo podría generar un efecto artificial que elimine los matices sutiles.

Es posible aumentar moderadamente el nivel de brillo para recuperar detalles en las sombras profundas. No se recomienda utilizar los modos preconfigurados como “vívido”, “deporte” o “eco”, dado que estos perfiles tienden a forzar valores que distorsionan el equilibrio natural de la imagen. Esta recomendación aplica especialmente para televisores con tecnología LED o mini-LED.
Una vez realizados los cambios, es conveniente probar si los ajustes se adaptan correctamente al modelo de televisor. En caso contrario, se sugiere continuar realizando modificaciones incrementales hasta encontrar la configuración que ofrezca la mejor experiencia visual, de acuerdo con las preferencias individuales de cada usuario.