Tecnología

Los tres electrodomésticos que más energía consumen en el día, incluso cuando están apagados

Un uso consciente de los electrodomésticos puede generar un ahorro significativo en las facturas de electricidad.

Valentina Castañeda Sierra

Valentina Castañeda Sierra

Periodista en Semana

12 de abril de 2025, 10:20 p. m.
Los electrodomésticos que consumen mucha energía pueden ser menos eficientes.
Los electrodomésticos que consumen mucha energía pueden ser menos eficientes. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En la actualidad, el uso de electrodomésticos en el hogar se ha vuelto esencial para facilitar gran parte de las tareas cotidianas, como lavar, cocinar o limpiar. Estos dispositivos, que han transformado la vida doméstica, continúan evolucionando para mejorar la calidad de vida de las personas y optimizar el tiempo, haciendo más fáciles las actividades diarias.

Sin embargo, uno de los efectos menos conocidos del crecimiento de estos aparatos es su impacto en el consumo energético. Muchos consumidores desconocen que ciertos electrodomésticos siguen utilizando electricidad incluso cuando están apagados. Este fenómeno, conocido como consumo en standby o consumo fantasma, ocurre cuando los dispositivos continúan conectados a la red eléctrica sin realizar funciones visibles.

En ese orden, se presentan los tres electrodomésticos que más energía consumen en modo standby, según un análisis realizado por inteligencia artificial, que profundiza en las razones detrás de este fenómeno.

El consumo de energía puede impactar de forma negativa el bolsillo de los usuarios.
El consumo de energía puede impactar de forma negativa el bolsillo de los usuarios. | Foto: Getty Images

El televisor

Aunque el televisor esté apagado, los modelos más modernos, especialmente los de pantalla plana, siguen consumiendo electricidad. Este consumo se debe a que muchos equipos permanecen en modo de espera, esperando una señal del control remoto para encenderse. Además, los televisores inteligentes siguen conectados a Internet para recibir actualizaciones y notificaciones, lo que incrementa su gasto energético incluso cuando no están en uso.

El cargador de dispositivos electrónicos

Los cargadores de celulares, tablets y otros dispositivos son otro ejemplo de aparatos que siguen utilizando energía, incluso cuando no están cargando ningún dispositivo. Muchas personas tienden a dejar los cargadores enchufados a la corriente eléctrica sin usarlos, lo que genera un gasto innecesario de recursos.

Este fenómeno, conocido como “carga fantasma”, ocurre porque el cargador sigue recibiendo energía de la red eléctrica, aunque no esté conectado a ningún dispositivo. Aunque el consumo de un cargador es bajo (generalmente entre 0.1 y 0.5 vatios en standby), si se suman todos los de un hogar y el tiempo que permanecen enchufados, el impacto puede ser considerable.

El PC de escritorio

Muchos usuarios desconocen que, incluso cuando la pantalla y la CPU de un ordenador de escritorio están apagados, algunos componentes internos, como la placa base y la fuente de alimentación, siguen recibiendo energía. Esto sucede porque, en la mayoría de los casos, la fuente de alimentación permanece conectada a la red eléctrica aunque el dispositivo no esté en funcionamiento.

Algunos electrodomésticos pueden seguir consumiendo energía, incluso sin estarlos utilizando.
Algunos electrodomésticos pueden seguir consumiendo energía, incluso sin estarlos utilizando. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El consumo energético puede variar según el modelo, pero generalmente oscila entre 2 y 10 vatios al día. Aunque este gasto pueda parecer insignificante, si el equipo permanece apagado durante largas horas, el impacto anual puede resultar significativo.

Para evitar estas consecuencias, se recomienda desconectar el PC de la corriente eléctrica cuando no se utilice, o bien emplear un protector de corriente con interruptor para cortar completamente el suministro de energía.

Aunque los electrodomésticos apagados no parecen estar en funcionamiento, continúan utilizando electricidad sin generar beneficios tangibles. Con pequeños ajustes en los hábitos cotidianos, es posible contribuir a un uso más eficiente de la energía y reducir el desperdicio innecesario.