Astronomía
Luna llena de fresa: ¿qué significa y cuándo se podrá ver en junio de 2025?
Este término no significa que la luna se vea de color fresa o rosa, sino que proviene de una antigua tradición indígena norteamericana.

Año tras año se presentan eventos astronómicos que captan la atención de los aficionados, prometiendo un espectáculo celestial que puede disfrutarse en familia o solo. La experiencia, sin embargo, depende en gran medida de la ubicación geográfica y, sobre todo, de la preparación para lograr una buena visualización.
Durante el mes de junio, la luna llena conocida como “Luna de Fresa” alcanzará su punto máximo de brillo el miércoles 11, aunque el mejor momento para apreciarla será al anochecer del martes 10. Según informa el portal de National Geographic, esta luna llena no solo marcará el final de la primavera en el hemisferio norte, sino que también será la más baja del año en el cielo, vista desde esa región.
“No todas las lunas llenas son iguales”, explican especialistas. Cada una posee características particulares y está asociada a diferentes estaciones o fenómenos naturales. Por ejemplo, la luna llena de agosto, llamada “luna de esturión”, era utilizada por antiguas tribus nativas americanas para guiar la pesca de esturiones en los grandes lagos. De igual modo, la “luna de nieve”, la luna llena de febrero, recordaba las fuertes nevadas propias de ese mes.

El significado de la Luna de fresa
En abril pasado se pudo observar la famosa luna llena rosada, un fenómeno astronómico que ha cautivado a distintas culturas a lo largo de la historia. Aunque su nombre sugiere un tono rosado, en realidad la luna no adquiere esa coloración. Se trata, más bien, de un evento cargado de simbolismo, tradición y belleza natural.
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El término proviene del calendario de los pueblos nativos americanos, en particular de las tribus algonquinas del noreste de Estados Unidos, quienes nombraban las lunas llenas en función de los ciclos naturales y agrícolas que coincidían con su aparición.
La luna llena de abril fue denominada “rosada” no por su color, sino en honor a la Phlox subulata, una flor silvestre conocida también como musgo rosado, que florece en esa época del año en América del Norte. De tonos rosados o lilas, esta planta marcaba simbólicamente la llegada de la primavera.
En cambio, en las regiones coloniales, junio era considerado el mes ideal para la cosecha de fresas en su punto de maduración. Por ello, la luna llena de ese mes fue bautizada como “Luna de Fresa”, al señalar el inicio de la temporada de recolección de esta fruta. Además, esta luna coincide con el solsticio de verano, lo que ha llevado a que también se le conozca como “Luna Caliente”, en alusión al inicio del clima cálido característico de esa estación.

La luna de junio posee particularidades destacadas: no solo es la última antes del inicio del verano en el hemisferio norte, sino que también se observa en su punto más bajo en el cielo desde esa región. Asimismo, se encontrará entre las lunas llenas más distantes del Sol en todo el año, según explican los expertos.
Este fenómeno se debe a que la órbita lunar está inclinada unos 5,15 grados respecto al plano en el que la Tierra gira alrededor del Sol, conocido como la eclíptica. La órbita terrestre, ligeramente elíptica, provoca que existan momentos en que la Tierra está más cerca del Sol (perihelio) y otros en que se aleja (afelio). En junio, durante el solsticio de verano, la luna llena aparece siempre opuesta al Sol, situándose en su posición más alejada, a aproximadamente 152.200 kilómetros, lo que provoca que se observe más baja en el firmamento.