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“Me clonaron la tarjeta”: ojo con estos movimientos, así fue como los ciberdelincuentes tomaron la cuenta bancaria de un usuario

A pesar de sus precauciones, un usuario fue víctima de clonación tras detectar movimientos sospechosos en su cuenta.

David Alejandro Rojas García

David Alejandro Rojas García

Periodista en Semana

30 de julio de 2025, 1:01 a. m.
Un usuario fue víctima de clonación de tarjeta tras ignorar una alerta inicial que parecía inofensiva.
Todo comenzó con un ingreso no autorizado a la aplicación bancaria, seguido de descuentos no reconocidos. | Foto: Getty Images

Una experiencia inesperada, incluso para quien toma todas las precauciones. Así fue como una cadena de movimientos extraños terminó revelando una clonación de tarjeta, en una caso ampliamente comentado a SEMANA.

Pese a evitar enlaces sospechosos, cambiar con frecuencia contraseñas y revisar cajeros automáticos antes de usarlos, los delincuentes digitales tienen más métodos para vulnerar la seguridad.

La primera alerta que pasó desapercibida

Todo comenzó un jueves en la mañana. En plena jornada dentro del transporte público, una notificación bancaria llegó al celular del afectado: alguien había accedido a la aplicación del banco. Como no se trataba de una transferencia ni un débito directo, la importancia fue nula. “Jamás pensé que fuera algo grave, porque no había hecho nada inusual”, relata la víctima.

Horas más tarde, una nueva alerta encendió las alarmas: un retiro por 40 mil pesos había sido descontado de su cuenta bancaria. Al intentar hacer memoria, no pudo identificar el origen del gasto. Aunque sospechó que algo andaba mal, decidió esperar.

Algunos resultados en Google podrían dirigir a sitios web maliciosos sin que el usuario lo note.
Una notificación de ingreso no autorizado fue el primer signo de que su cuenta había sido vulnerada. | Foto: Getty Images

Ese mismo día, cerca de las 7 de la noche, una nueva notificación indicó otro ingreso no autorizado a la aplicación del banco. Pese a la sospecha creciente, decidió postergar la denuncia.

“Si vuelve a suceder, me comunico inmediatamente con el banco”, señala.

El verdadero alcance del ataque

El viernes siguiente, el patrón de los intentos de acceso se repitieron. Esta vez, más alerta, decidió contactar directamente al banco. Mientras relataba los hechos, la asesora interrumpió la conversación con una afirmación categórica: su tarjeta había sido clonada.

La entidad financiera procedió a bloquear tanto la app como la versión web del banco, al identificar que eran los puntos vulnerables por donde los atacantes estaban operando. Sin embargo, los delincuentes no se detuvieron. Minutos después del bloqueo, se registraron más de diez intentos seguidos para ingresar a la cuenta, lo cual quedó registrado en capturas de pantalla.

Las capturas de pantalla mostraron más de diez accesos fallidos tras el cierre de la cuenta.
Ni el bloqueo frenó a los atacantes: intentaron ingresar más de diez veces en cuestión de minutos. | Foto: Semana

Al intentar acceder él mismo, ni el reconocimiento facial ni la contraseña funcionaban. Aunque esto pudo parecer preocupante, también brindó cierta tranquilidad: si él no podía ingresar, los criminales tampoco.

Cómo actuar ante la clonación de tarjeta

La recomendación del banco fue mantener el bloqueo por 24 horas, para luego proceder con el desbloqueo, el cambio de contraseñas y la renovación del plástico. Cumplido ese plazo, se hicieron todos los ajustes y no se volvieron a registrar intentos de acceso no autorizados.

Revisando los movimientos bancarios, el usuario descubrió que durante varios días se habían hecho pequeños retiros de cinco mil pesos, sumas que pasaron desapercibidas hasta que el monto fue mayor. “Mi mayor error fue no revisar cada transacción realizada en mi cuenta”, reconoce.

La clonación de su tarjeta quedó en evidencia tras pequeños descuentos que pasaron desapercibidos.

El caso deja varias lecciones claras: estar atento a toda notificación bancaria, no subestimar ningún movimiento por pequeño que parezca y reportar de inmediato cualquier actividad sospechosa. Aunque se adopten medidas de seguridad, los ciberdelincuentes encuentran formas cada vez más sofisticadas de vulnerar las cuentas. La clave está en la vigilancia constante y la respuesta oportuna.