Tecnología
“Me dijeron que podría recibir hasta 8 años de cárcel”: Wilmer Becerra, el reparador de iPhones, habló con SEMANA sobre su lío con Apple
El santandereano Wilmer Becerra contó detalles sobre el problema legal con Apple, la tentadora oferta que le hicieron y la historia de más de una década de su empresa Wiltech.
A Wilmer Becerra, un técnico de celulares santandereano, las redes sociales le impulsaron su negocio de reparación de dispositivos Apple, pero fue esa misma exposición la que lo puso en los ojos de la compañía estadounidense, que lo contactó para que explicara algunos asuntos de derechos de imagen.
Aunque Apple le envió la petición directamente a Becerra, el caso se hizo público porque el santandereano decidió contarles a sus seguidores en Instagram y TikTok lo que le estaba pasando. Entre las exigencias que hizo la compañía en ese momento estaba que suspendiera sus servicios de reparación de dispositivos de la marca.
El técnico de celulares santandereano contó que recibió una primera comunicación de Apple a finales de julio, en la que la compañía le reclamaba por tres cosas: uso del logo de Apple y elementos distintivos, compra de piezas y por, supuestamente, hacerse pasar por un reparador oficial. Sin embargo, él no sabía qué hacer, y aunque procedió a buscar ayuda de abogados, encontró en sus redes sociales un apoyo.
Wilmer Becerra considera que la situación se volvió un problema con Apple debido a la acogida de los servicios de Wiltech, los cuales se visibilizaron exponencialmente en redes sociales durante la pandemia. La situación pintaba grave porque los abogados de Apple le notificaron que podría enfrentarse a sanciones económicas y hasta ser enviado a la cárcel por el uso de la imagen sin autorización alguna.
En medio del ruido en redes sociales y la mucha información difundida, sin verificar, Apple continuó en conversación con Wilmer Becerra, quien recibió una importante oferta laboral. El reparador de iPhone habló en exclusiva con SEMANA y explicó todos los detalles de este caso.
SEMANA: ¿Cómo y cuando empezó el pleito con Apple?
Wilmer Becerra (W. B.): Eso fue a finales de julio de 2023. Apple me mandó un comunicado por correo diciéndome que me acusaban de unas actuaciones irregulares por uso de logo, supuestamente hacerme pasar por un servicio técnico oficial y por uso de piezas falsas. Además, me dijeron que por todas esas actuaciones por las que ellos me estaban culpando podría recibir de cuatro hasta ocho años de cárcel. Yo vi eso como una especie de hostigamiento en contra de lo que hacía.
SEMANA: ¿Que acciones tomó luego de recibir la notificación de la marca?
W. B.: Les hice saber la situación a unos abogados que me estaban asesorando, muchos decían que no, que eso era algo muy serio y complicado; otros me decían que era un simple comunicado y no una denuncia como tal. Sin embargo, les respondí defendiéndome de lo que me acusaban: les dije que el logo de Apple ya no lo usaba y que las fotos que aparecen son viejas.
Con respecto a hacerme pasar por un servicio de ellos, tampoco lo hago porque no es mi interés hacerme pasar por un servicio autorizado, ya que el servicio autorizado tiene la obligación de dar las garantías sin cobrar, entonces eso para mí no es negocio. Y lo de las piezas falsas, pues también les di la información correcta para que verificara. Luego de responder el comunicado, ellos no me dicen nada y yo publico la carta en redes sociales. Ahí es donde empieza todo y se vuelve viral.
SEMANA: Sobre las piezas, ¿cómo las consiguen?
W. B.: Ellos (Apple) tienen un monopolio del manejo de las piezas porque solo ellos están autorizados a venderlas. Como compró las piezas en Estados Unidos, o a un tercero, dicen que son falsas. Yo les dije: si creen que estoy vendiendo piezas falsas, véndanmelas ustedes aquí en Colombia porque como no hay nadie que las venda me toca pedirlas en el exterior.
SEMANA: ¿Inicialmente cuáles fueron las exigencias iniciales de la marca?
W. B.: Me pidieron dejar de utilizar el logo de Apple, pero hace tiempo que ya no lo hago. En lo que tiene que ver con las piezas, les mandé pruebas de que no son falsas y finalmente, me pedían que dejara de prestar servicio técnico a dispositivos Apple, pero no accedí a eso.
Además, me mandaron un anexo que debía firmar para aceptar sus acusaciones y en el que me decían que si incumplía con alguna norma con la que ellos creían que estaba violentando la propiedad intelectual, me obligarían a pagar una multa y los gastos de asesoramiento jurídico de la marca. Ni lo firmé ni lo tomé en cuenta.
SEMANA: ¿Le hablaron de cuánta plata era la multa?
W. B.: No, en el anexo hablaban de multas, pero no en específico de la cantidad de dinero. Sin embargo, supongo que no deben ser baratas. Asimismo, me mencionaron que me podrían sancionar de la Superintendencia de Industria y Comercio, fue ahí cuando les respondí que yo no soy un delincuente y no estoy haciendo nada malo; lo único que hago es reparar.
SEMANA: ¿Cómo se desarrolló el pleito, hubo conversaciones presenciales o todo fue por canales virtuales?
W. B.: Primero ellos me envían un correo y una carta física. Pero cuando llegó la carta física ya había contestado todo digitalmente.
SEMANA: ¿Qué argumentos presentó en el desarrollo del pleito?
W. B.: Sobre los logos les envié fotografías actuales de mis negocios, de los uniformes que usamos, de que no tenemos la manzana por ningún lado, porque seguramente ellos tenían fotos viejas. Ahora, es común utilizar las marcas para referenciar que se prestan servicios. Lo que pasó fue que como nuestra marca se volvió demasiado fuerte en redes sociales, yo ya no necesité la manzana; pero ellos sienten cierta intimidación y se aprovecharon de unas fotos antiguas de cuando empezó el negocio.
SEMANA: ¿A qué acuerdos llegaron?
W. B.: Ellos me respondieron finalmente que todo fue un proceso amistoso, que no es nada de denuncias, que por favor no me altere, que no diga en los medios cosas que no son, pero yo digo lo que está escrito. Con eso ya estoy tranquilo porque no sabía si era una denuncia, si me iban a atacar o iban a hacer algo en mi contra.
SEMANA: ¿Apple ofreció la opción de que Wiltech sea un reparador oficial de la marca?
W. B.: Sí. Como segundo acuerdo me ofrecieron esa alternativa. Me dijeron que tienen un canal para que sea reparador de servicio técnico autorizado o un reparador independiente. Eso ocurrió en el segundo comunicado. Ya mandé todos los documentos de mi empresa, y hasta ahora, pues simplemente estamos a la espera de que eso suceda.
SEMANA: ¿Cuál prefiere usted?
W. B.: Me inclino más por el tema de reparador independiente, pues me permiten seguir haciendo unas prácticas actuales. Como reparador autorizado es muy simple y sería una reparación como la que ya están llevando hoy en día bajo su misma marca, que realmente no soluciona a los usuarios lo que ellos necesitan. Ya envié la documentación hace 20 días y estoy a la espera de la respuesta.
SEMANA: ¿Qué pasa si no le responden?
W. B.: El hecho de que me nombren o no me nombren reparador independiente de Apple no me afecta mucho porque tengo bastante trabajo. Nosotros llevamos mucho tiempo ya trabajando bajo la marca Wiltech y siempre ha sido así, jamás les digo a los clientes que somos autorizados de Apple.
SEMANA: ¿Cuál sería el pro de trabajar con Apple?
W. B.: Si me dan la autorización estaría feliz porque me facilitaría el tema de los repuestos. Además, puedo decirles a las personas que ya Apple reconoce nuestro trabajo como un reparador independiente; sería un buen agregado para nuestra empresa; pero si no, igual seguimos trabajando porque no estamos haciendo nada malo, seguimos consiguiendo los repuestos de la forma que se pueda hasta ahora.
SEMANA: ¿Se puede decir que Wiltech y Apple ya llegaron a un acuerdo?
W. B.: Sí.
Así se expandió Wilmer Becerra
Wilmer Becerra lleva en la sangre la electrónica desde que era estudiante en el colegio público Rafael García Herrero -ahora Minuto de Dios- de Bucaramanga. Así lo confirmó el reparador de dispositivos Apple.
“A mí la electrónica me gustó desde el colegio. En esa época nos instruían con temas electrónicos y nos facilitaban programas para aprender, de ahí el gusto por la electrónica”, explicó Becerra.
Recuerda que apenas se graduó de bachiller entró al programa de Ingeniería Electrónica de la Universidad Industrial de Santander (UIS). Allí cursó cinco semestres, pues los horarios no se ajustaron a sus necesidades y se retiró. Sin embargo, mantuvo intacta su creatividad y su agilidad para armar y desarmar dispositivos electrónicos.
“Al retirarme de la universidad pude conseguir un trabajo que tenía que ver con la reparación de portátiles y confirmé que lo que me gustaba a mí era reparar. Desde entonces comencé a ver cómo haciendo lo que me gustaba podía convertirlo en un negocio”, detalló Becerra, un hijo de Bucaramanga, nacido hace 35 años.
En 2012 abrió su primer negocio propio, Wiltech, el cual lo enfocó en la reparación de iPhones. Wilmer recuerda que fue un proceso arduo y de dedicación para que hoy, 11 años después, tenga sede en Colombia, México, Guatemala, Panamá, Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador. Además, con proyección a corto plazo de llegar a Estados Unidos y Europa.
A través de su empresa, Wilmer logra reparar 3.000 equipos al mes, entre iPhone, iPads, MacBook y Apple Watch. “Es una cifra enorme porque 3.000 equipos reparados son 3.000 usuarios que vuelven a tener su teléfono totalmente bueno. Las reparaciones más comunes son las de pantallas estrelladas, equipos mojados, equipos con fallas de carga”, concluyó el bumangués.