Tecnología
No mire hacia el cielo, podría ser víctima de una casi indetectable modalidad irreversible de estafa
Una de las estafas más sutiles se basa en la distracción y la tecnología.

Con solo un momento de distracción al realizar una transacción bancaria, miles de personas podrían perder grandes sumas de dinero. La razón no está en una falla del sistema, sino en una modalidad de estafa silenciosa y sofisticada que sigue afectando a usuarios en toda América Latina.
Se trata de una práctica conocida por su capacidad para pasar desapercibida y que, una vez ejecutada, les permite a los delincuentes vaciar cuentas bancarias sin levantar sospechas inmediatas.
Entre los fraudes más utilizados en este contexto, uno de los más frecuentes y efectivos es el llamado skimming, una técnica de clonación que aprovecha la interacción del usuario con el cajero automático para capturar sus datos financieros.
Tecnología camuflada: el método detrás del skimming
Aunque a simple vista un cajero automático pueda parecer seguro, los estafadores se valen de dispositivos casi imperceptibles para llevar a cabo el robo de información.
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El skimming consiste en colocar lectores falsos sobre el lector de tarjetas del cajero, de manera que la tarjeta física del usuario pasa por el aparato espía antes de llegar al lector real. Esto permite duplicar la banda magnética sin alertar al cliente.

De acuerdo con Scotiabank, los criminales instalan dispositivos de clonación, como lectores magnéticos o carcasas superpuestas, diseñadas para obtener la información contenida en la banda magnética de las tarjetas.
A esto se suma la colocación estratégica de cámaras diminutas, usualmente en la parte superior de la pantalla, cerca del teclado numérico o en la ranura de entrega del efectivo. Estas cámaras graban el número de identificación personal (PIN) del usuario mientras realiza la operación.
El Banco Pichincha añade que otra táctica común es el uso de teclados falsos, fabricados con impresoras 3D, que se colocan encima del teclado real del cajero. De esta forma, cada número que el cliente digita queda registrado y es transmitido a los estafadores.
Además, se ha identificado el uso de un mecanismo más avanzado conocido como shimmer. Este dispositivo se inserta dentro del lector de tarjetas y extrae la información directamente desde el chip, una técnica más moderna que ha logrado evadir algunos de los sistemas de seguridad implementados para evitar fraudes por banda magnética.

Para evitar caer en este tipo de estafas, tanto Scotiabank como el Banco Pichincha recomiendan revisar cuidadosamente el estado del cajero antes de introducir la tarjeta.
Es clave verificar que no haya elementos sobrepuestos o sospechosos en la ranura de ingreso de tarjetas, el teclado o la parte superior de la pantalla. También se aconseja cubrir el teclado al digitar la clave, no utilizar cajeros en lugares con poca iluminación o escasa afluencia de personas, y reportar cualquier anomalía al banco correspondiente de inmediato.
Un gesto tan simple como mirar el cajero con atención antes de operar podría marcar la diferencia entre mantener a salvo el dinero o ser víctima de una pérdida casi imposible de revertir.