Tecnología
No siempre es el router: tres pasos sencillos que pocos hacen y que pueden salvar el internet de su casa
Cuando el internet falla en casa, muchos culpan al router sin revisar otros factores que podrían estar detrás del problema.

¿Se quedó sin internet otra vez? Antes de tomar una decisión por el lado del proveedor o pensar en comprar un router nuevo, hay tres cosas súper sencillas que casi nadie revisa y que pueden arreglar el problema al instante.
La mayoría de personas van directo a reiniciar el aparatito o a llamar al técnico, pero muchas veces la solución está en detalles tontos que se pasan por alto, con estos revisiones básicas, puede que no tenga que gastar ni un peso.
Revise que todo esté bien conectado
Parece obvio, pero créalo o no, muchos problemas vienen de cables que no están bien puestos. Con el tiempo, los huequitos donde se conectan se van gastando y los cables quedan flojo, es como cuando el cargador del celular ya no agarra bien.

Vaya donde está su router y mueva suavemente los cables que estan conectados en la parte de atrás, si alguno se mueve mucho o se siente suelto, ahí está el problema. Trate de conectarlo en otro puerto disponible o empújelo bien sin usar mucha fuerza hasta que quede firme, es impresionante cómo algo tan simple puede arreglar días de internet malo.
Cambie el cable si está maltratado
Los cables son como las mangueras: por fuera se ven bien, pero por dentro pueden estar dañados. Si alguien los pisó, si están muy doblados o enrollados, puede que hayan tenido un mal cuidado y seguramente ya no sirven como deberían.

Mire bien el cable desde donde sale del router hasta donde llega, si ve alguna parte aplastada, muy doblada o con marcas raras, es hora de cambiarlo. Un cable nuevo puede costar y puede solucionar completamente el problema y es mucho más barato que comprar un router nuevo.
Ponga el router en un mejor lugar
¿Dónde tiene el router del internet? Si está escondido detrás del televisor, en el suelo o en un rincón, no se sorprenda si la señal no llega bien a toda la casa.
Piénselo como si fuera una lámpara, entre más central y alto esté, mejor ilumina todo. Póngalo en un lugar donde no tenga paredes gruesas alrededor y lejos del microondas o la radio, porque esos aparatos lo vuelven loco.

A veces solo con moverlo a la mesa del comedor o ponerlo en una repisa más alta, el internet mejora en toda la casa como por arte de magia.
La próxima vez que el internet ande mal, revise estas tres cositas antes de llamar al técnico o pensar en comprar algo nuevo. Le puede ahorrar tiempo, dinero y dolores de cabeza, por supuesto, en caso de no tratarse de algún golpe o un caso más extraordinario.