Tecnología
No son simple decoración: para esto sirven los agujeros cuadrados que vienen en los conectores USB
En los dispositivos tecnológicos, algunos detalles físicos pueden parecer irrelevantes; sin embargo, en realidad cumplen funciones eléctricas clave para su correcto funcionamiento.
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En medio de la gran variedad de dispositivos que existen hoy en día, es común que muchos detalles pasen desapercibidos. No obstante, algunos de ellos son mucho más importantes de lo que parecen a simple vista.
Uno de estos detalles está relacionado con los pequeños agujeros de forma cuadrada que suelen encontrarse en los conectores USB, generalmente dos. Aunque podría pensarse que son solo un elemento estético del cable, lo cierto es que cumplen una función fundamental para su correcto funcionamiento, ya que sin ellos la conexión no sería óptima.

De acuerdo con el medio especializado Computer Hoy, la función principal de estos dos orificios es asegurar que el conector quede bien sujeto al puerto USB.
En el interior del puerto hembra existen pequeñas pestañas o resortes metálicos que encajan justo en esos agujeros cuando el cable se inserta, lo que evita que se salga con facilidad y garantiza una conexión estable.
Seguramente en algún momento ha ocurrido que, al conectar un cable USB, este no encaja correctamente, se suelta o presenta fallas para ser reconocido. En estos casos, puede pensarse que el problema es menor, pero en realidad puede tratarse tanto de una falla física como eléctrica.
Gracias a este sistema de sujeción, el conector mantiene un contacto constante y uniforme con los pines internos del puerto, lo que reduce las fallas de conexión, las interrupciones en la carga y los errores en la transferencia de datos.

Además, estos pequeños agujeros son los responsables del característico “clic” que se escucha al conectar correctamente un USB. Ese sonido funciona como una confirmación de que el cable ha quedado bien encajado y la conexión es segura.
Al mantener el cable firme y correctamente posicionado, los orificios también reducen el movimiento innecesario del conector una vez enchufado. Esto se traduce en un menor desgaste interno, una mayor vida útil del puerto USB y un menor riesgo de que el cable deje de funcionar con el paso del tiempo.

