Ciencia

Nuevo estudio de la señal extraterrestre “Wow!”, que desconcertó a los científicos en 1.977, reveló una sorpresa

La icónica señal captada por el radiotelescopio Big Ear en 1977 mostró características más sorprendentes de lo que se creía, reveló un estudio.

12 de septiembre de 2025, 3:51 a. m.
La señal “Wow!”, considerada uno de los mayores enigmas del espacio, presentó una intensidad mucho mayor a la estimada, según un nuevo trabajo.
Un reciente análisis reveló nuevos datos sobre la misteriosa señal “Wow!”, captada en Ohio en 1977 y considerada un ícono del SETI. | Foto: NAAPO

El 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear de Ohio detectó una señal tan inusual que el astrónomo Jerry R. Ehman, sorprendido por su potencia, escribió en los registros la palabra “Wow!”. Aquella secuencia alfanumérica “6EQUJ5” marcó el inicio de uno de los mayores enigmas de la radioastronomía moderna. La señal, de banda estrecha, intensa y aparentemente artificial, duró 72 segundos y luego desapareció sin dejar rastro.

Durante casi medio siglo, la llamada “Señal Wow!” ha sido un ícono del programa SETI y un recordatorio de una de las preguntas más profundas de la ciencia: ¿la humanidad está sola en el universo?

Una revisión con nuevas herramientas

Décadas después, un equipo liderado por el astrobiólogo Abel Méndez, desde la Universidad de Puerto Rico, reexaminó los registros originales con apoyo de material digitalizado tras el cierre del Big Ear en 1998. Más de 75.000 páginas de datos permitieron corregir errores históricos y aportar un panorama más preciso.

El estudio, publicado en el repositorio arXiv y enviado a The Astrophysical Journal, reveló que la intensidad de la señal alcanzó los 250 Janskys, es decir, cuatro veces más de lo estimado anteriormente. También corrigió la frecuencia central, que pasó de 1420,4556 MHz a 1420,726 MHz, un ajuste que sugiere una fuente en movimiento más rápido de lo previsto.

Una corrección reabrió el caso

El equipo consiguió precisar con mayor exactitud la zona del cielo de donde provino la señal, además, también corrigió fallos técnicos, como un error de 21 segundos en el reloj y la identificación equivocada de un canal en los registros.

Las conclusiones descartan un origen terrestre. En 1977 no existían satélites ni emisiones cercanas capaces de generarla, la Luna estaba en el lado opuesto del planeta y no hubo actividad solar destacada. El perfil “gaussiano” del registro también descarta un error instrumental.

Una hipótesis natural gana fuerza

Con la opción extraterrestre debilitada, la investigación se inclina hacia un origen astrofísico. Entre las hipótesis más sólidas aparece la de un máser interestelar, un tipo de emisión natural en microondas proveniente de nubes de hidrógeno. Eventos como una llamarada de magnetar o un estallido de rayos gamma blandos podrían haber intensificado súbitamente la línea de hidrógeno, generando una señal muy similar a la observada.

No obstante, Méndez mantiene la cautela: “Nuestros resultados no resuelven el misterio de la señal Wow!, pero nos dan la imagen más clara hasta ahora de qué era y de dónde provenía”.

Ciencia ciudadana hacia 2027

La investigación ha inspirado el proyecto Wow@Home, una iniciativa que invita a entusiastas a monitorear el cielo con radiotelescopios accesibles, por un costo aproximado de 500 dólares.

El objetivo de esta investigación es recopilar y compartir datos de manera continua, de cara al aniversario 50 de la señal en 2027.

Mientras tanto, el misterio permanece en hipótesis, pues la señal “Wow!” sigue siendo demostrando que el universo guarda importantes y desafiantes secretos.

*Con información de DW.