Tecnología
Nunca responda, si le preguntan esto en una llamada, porque sus cuentas bancarias podrían ser desocupadas sin que lo note
Los estafadores usan palabras aparentemente inofensivas como punto de partida para cometer delitos graves.


Las estafas telefónicas han evolucionado con rapidez, diversificándose en formatos que aprovechan la confianza y la falta de preparación de los usuarios. Esta transformación exige una vigilancia constante, ya que hoy basta con decir una palabra equivocada para convertirse en víctima.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE) advierte que una simple afirmación puede ser manipulada por delincuentes para autorizar transacciones sin consentimiento. Estos criminales no solo emplean técnicas digitales, sino también tácticas psicológicas para influir en sus víctimas.

A menudo, recurren a historias falsas, pero creíbles que generan miedo, urgencia o empatía, con el objetivo de lograr que las personas actúen sin reflexionar. Desde suplantaciones de identidad hasta extorsiones, los estafadores usan preguntas aparentemente inocuas como punto de partida para cometer delitos graves.
Sin embargo, una de las modalidades de estafa consiste en que, durante la llamada, utilizan un lenguaje técnico y convincente para persuadir a la víctima, captando información personal, con preguntas como “¿Está usted autorizando alguna transacción en este momento?”, o “¿Desea actualizar sus datos?”, de acuerdo con Lagaceta.com.
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Este tipo de audios capturados podría ser utilizado como una aparente confirmación de autorización ante entidades bancarias o plataformas digitales, lo que permite realizar operaciones sin el permiso real del titular. La víctima suele descubrir estos movimientos irregulares solo cuando recibe alertas inusuales o al revisar detalladamente su estado de cuenta.
¿Cómo protegerse ante estas llamadas telefónicas?
Las autoridades suelen recomendar tomar varias medidas preventivas para evitar ser víctima de esta modalidad de estafa. La primera y más importante es no responder de forma afirmativa a preguntas hechas al inicio de una llamada telefónica sospechosa. En lugar de contestar “sí”, se puede responder con otra frase como: “¿Quién llama y con qué propósito?”, o simplemente colgar si no se reconoce el número.

También, recomiendan desactivar, en lo posible, la opción de autenticación por voz en servicios bancarios y utilizar métodos de verificación más seguros, como tokens físicos o aplicaciones de doble autenticación.
Además, los usuarios deben evitar compartir información personal o financiera por teléfono, incluso si el interlocutor aparenta ser un representante oficial. Ninguna entidad bancaria solicita datos confidenciales como contraseñas, números de tarjeta o códigos de seguridad mediante llamadas.
Otra estrategia útil es registrar el número en listas de “No molestar” o “No llamar”, disponibles en varios países, lo que reduce las posibilidades de recibir llamadas publicitarias o contactos fraudulentos.
Finalmente, si recibe una llamada sospechosa, lo mejor es reportarla a la línea de atención al consumidor o a la policía cibernética, para que puedan rastrear y sancionar a quienes estén detrás de este tipo de fraudes.