Tecnología
Para qué sirven los dos agujeros cuadrados del conector USB: El detalle que pocos conocen
Aunque a menudo pasan desapercibidos, estos pequeños detalles desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento del conector.

El conector USB se ha convertido en un elemento indispensable en la tecnología moderna. Está presente en una amplia variedad de dispositivos, desde computadores y teléfonos móviles hasta impresoras, cámaras y discos duros externos. Gracias a su versatilidad y eficiencia, dicha interfaz se ha consolidado como el estándar principal para la transferencia de datos y la carga de dispositivos electrónicos.
Pese a su uso cotidiano, son pocos los que reparan en ciertos detalles físicos del diseño del conector, en particular del tipo A, el más común de todos. Uno de esos elementos aparentemente insignificantes son los dos pequeños agujeros cuadrados situados en los extremos del conector. A simple vista, podrían parecer decorativos o parte del molde de fabricación, pero cumplen funciones técnicas específicas de gran importancia.

El verdadero significado de los agujeros en las USB
Según informa el medio especializado Computer Hoy, la función principal de estos orificios es de tipo mecánico: permiten que el conector USB quede firmemente asegurado al insertarse en su puerto correspondiente. En el interior del puerto hembra se encuentran pequeñas lengüetas metálicas que encajan en estos agujeros. Al introducir el conector macho, dichas pestañas se enganchan en los orificios, generando un clic que proporciona resistencia y mantiene la conexión estable y correctamente alineada.
Este sistema de sujeción resulta fundamental por varias razones. En primer lugar, evita desconexiones accidentales durante el uso, ya que asegura una conexión física sólida. Además, impide el movimiento del conector mientras está en funcionamiento, lo que podría comprometer la transmisión de datos o la carga eléctrica. Asimismo, este diseño permite que el conector soporte numerosos ciclos de inserción y extracción sin deteriorarse prematuramente.
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Otra función relevante de estos orificios es facilitar la alineación adecuada del conector dentro del puerto. Aunque pueda parecer que se puede insertar en cualquier dirección, el conector tipo A solo admite una orientación. Los agujeros cuadrangulares actúan como una guía que permite a las pestañas internas del puerto “leer” la posición del conector. Si se intenta insertarlo al revés, las pestañas no encajarán, impidiendo así una conexión errónea.

Con la introducción de nuevos estándares como el USB tipo C —más versátil y reversible—, los conectores tipo A han comenzado a ser reemplazados en algunos dispositivos. No obstante, siguen presentes en una amplia variedad de equipos y accesorios, desde teclados hasta memorias externas.
Estos pequeños orificios ilustran cómo los detalles más sutiles del diseño industrial pueden tener un impacto significativo en la experiencia de uso y en la durabilidad de un producto. Lejos de ser meros elementos estéticos, cumplen funciones clave que garantizan una conexión segura, una alineación precisa y una fabricación eficiente.