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Por esta razón, la carga rápida no funciona en su celular correctamente: detalles clave que debe ajustar

Su capacidad para cargar más rápido, de manera eficiente y con menos inconvenientes, ha ganado una gran aceptación entre los usuarios.

5 de agosto de 2025, 2:12 p. m.
Los celulares con carga rápida recuperan su energía en pocos minutos.
Los celulares con carga rápida recuperan su energía en pocos minutos | Foto: Creación de la IA de Bing image creator

En la actualidad, la mayoría de los usuarios de dispositivos móviles han tenido alguna vez un cargador rápido que promete recuperar la batería en el menor tiempo posible. Esta tecnología se basa en el uso de corrientes eléctricas más altas y voltajes optimizados, lo que permite que la batería de un dispositivo reciba más energía en menos tiempo.

La popularidad de los cargadores rápidos ha aumentado, principalmente debido al ahorro de tiempo que ofrecen. En un mundo donde el tiempo es un recurso limitado, esperar varias horas para cargar un dispositivo completamente puede resultar incómodo y frustrante.

La mayoría de los cargadores rápidos utilizan protocolos de carga como Qualcomm Quick Charge, USB Power Delivery (PD) y otros estándares de carga rápida, compatibles con diversos equipos, desde smartphones hasta laptops y otros gadgets portátiles.

Un cable conectado en un lugar equivocado puede ser letal para la privacidad.
Las nuevas técnicas de intrusión burlan confirmaciones de seguridad. | Foto: Getty Images

Sin embargo, a pesar de las ventajas que prometen, los usuarios pueden experimentar ocasiones en las que la velocidad de carga es más lenta de lo esperado, lo que plantea una serie de interrogantes. Es importante reconocer que no todo depende de la potencia del cargador; hay varios factores a considerar.

Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es que, incluso cuando un dispositivo es nuevo, homologado y cuenta con todas las especificaciones necesarias, pueden surgir fallos que impidan una carga adecuada. Un cable en mal estado o una aplicación en segundo plano activada en el móvil pueden ser responsables de ralentizar el proceso de carga.

Otro factor relevante es la compatibilidad del protocolo de carga. Aunque el cargador tenga la potencia suficiente, si no es compatible con la carga rápida que utiliza el dispositivo, no se activará la carga acelerada. Además, el sobrecalentamiento del dispositivo es un factor crucial que puede afectar la velocidad de carga.

El sistema de protección del móvil reduce automáticamente la velocidad de carga cuando detecta un aumento de temperatura, algo que suele ocurrir cuando se usan aplicaciones que consumen muchos recursos, en climas cálidos o cuando el dispositivo está cubierto por una funda que dificulta la disipación del calor.

La vida útil de la batería también juega un papel fundamental en la velocidad de carga, ya que si está desgastada o ha perdido parte de su capacidad original, es probable que no logre ajustarse a la velocidad de carga impuesta, porque esto podría forzar las celdas internas de la batería y comprometer su durabilidad.

El calor excesivo en el dispositivo puede afectar no solo la batería, sino también el procesador y otros componentes internos.
Cuando un teléfono móvil alcanza niveles térmicos elevados, el sistema operativo puede limitar funciones para evitar daños mayores. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Finalmente, las funciones del propio móvil, como la carga adaptativa o la carga optimizada, pueden influir en la velocidad de carga. Estos sistemas están diseñados para prolongar la vida útil de la batería y ajustan la velocidad de carga según los hábitos del usuario. Por ejemplo, si el móvil detecta que se carga durante la noche, el proceso será más lento porque se considera que no existe una necesidad urgente de cargar el dispositivo rápidamente.

Aunque los cargadores rápidos ofrecen una solución eficiente para quienes buscan reducir el tiempo de carga de sus dispositivos, diversos factores técnicos y de uso pueden influir en su desempeño.

Para garantizar una carga óptima, los usuarios deben considerar no solo la potencia del cargador, sino también la compatibilidad de protocolos, el estado de la batería, el calor generado durante el uso y las configuraciones de ahorro de energía del dispositivo.