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Preparando la Luna para “establecer una presencia humana”: misión Blue Ghost 1 de la NASA despega con éxito

La NASA lanzó exitosamente la misión que llevará 10 cargas útiles científicas para preparar la Luna para futuras misiones humanas.

Redacción Tecnología
16 de enero de 2025
Desde el Centro Espacial Kennedy, el Falcon 9 despega con Blue Ghost, llevando 10 herramientas de la NASA para explorar la Luna.
Un cohete Falcon 9 de SpaceX transporta el módulo Blue Ghost hacia la Luna, llevando instrumentos clave para la ciencia lunar. | Foto: NASA/Frank Michaux

El 15 de enero de 2025, la NASA dio un paso crucial hacia su misión de establecer una presencia humana sostenida en la Luna con el lanzamiento exitoso de la misión Blue Ghost 1.

Esta misión tiene como objetivo transportar un conjunto de investigaciones científicas y demostraciones tecnológicas que proporcionarán información vital sobre el entorno lunar, así como probar tecnologías que facilitarán la llegada segura de astronautas a la superficie lunar bajo la campaña Artemis.

Lanzada desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, la nave Blue Ghost 1 voló a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX y se dirigió hacia la Luna, donde se espera que aterrice el 2 de marzo de 2025.

Este hito marca el primer vuelo en el marco de los Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS) de la NASA, una colaboración con la empresa Firefly Aerospace.

Tecnologías de vanguardia para la exploración lunar

La misión Blue Ghost 1 transporta 10 cargas útiles científicas y tecnológicas que desempeñarán un papel fundamental en la futura exploración lunar.

Entre las principales tecnologías que se probarán están las de perforación lunar y recolección de muestras del regolito lunar (rocas y suelo), así como un innovador sistema de navegación por satélite para garantizar la autonomía de futuras misiones.

Los módulos de alunizaje de EEUU y Japón compartirán viaje a la Luna en un solo cohete.
EEUU y Japón colaboran en un lanzamiento conjunto hacia la Luna con módulos de alunizaje. | Foto: AFP

“Aprendimos muchas lecciones durante la era Apolo que sirvieron de base para las demostraciones tecnológicas y científicas a bordo de la Misión Blue Ghost 1 de Firefly, lo que garantiza la seguridad y la salud de nuestros futuros instrumentos científicos, naves espaciales y, lo más importante, nuestros astronautas en la superficie lunar” comentó Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la sede de la NASA en Washington.

Las 10 cargas útiles, señaladas por la NASA:

  1. Lunar Instrumentation for Subsurface Thermal Exploration with Rapidity (LISTER): Instrumento diseñado para medir el flujo de calor del interior de la Luna, proporcionando datos sobre el subsuelo lunar.
  2. Lunar PlanetVac (LPV): Tecnología para recolectar muestras de regolito lunar mediante ráfagas de gas comprimido, con el fin de analizarlas más tarde.
  3. Retrorreflector lunar de próxima generación (NGLR): Dispositivo que permitirá medir con precisión la distancia entre la Tierra y la Luna mediante láseres.
  4. Caracterización de la adherencia del regolito (RAC): Medición de cómo el regolito lunar se adhiere a materiales y superficies en la Luna, lo que es crucial para la protección de equipos y astronautas.
  5. Computadora tolerante a la radiación (RadPC): Demostración de un ordenador capaz de resistir la radiación espacial, esencial para la seguridad de futuros astronautas.
  6. Escudo electrodinámico contra el polvo (EDS): Tecnología para prevenir la acumulación de polvo lunar en superficies clave, como trajes espaciales y equipos.
  7. Generador de imágenes de rayos X heliosféricos para el entorno lunar (LEXI): Instrumento que estudiará el viento solar y su interacción con el campo magnético terrestre.
  8. Sondeo magneto telúrico lunar (LMS): Investigación sobre la estructura del manto lunar, proporcionando datos sobre la evolución térmica de la Luna.
  9. Experimento del receptor GNSS lunar (LuGRE): Demostración de la capacidad de obtener señales de navegación por satélite (como GPS y Galileo) en la Luna para determinar la posición y velocidad de las naves.
  10. Cámara estéreo para estudios de la superficie de la columna lunar (SCALPSS): Utiliza imágenes estereoscópicas para estudiar cómo el regolito lunar se ve afectado por el impacto del cohete durante el aterrizaje.

“Con el lanzamiento de 10 instrumentos científicos y tecnológicos de la NASA a la Luna, esta es la entrega CLPS más grande hasta la fecha, y estamos orgullosos de los equipos que nos han llevado hasta este punto”, indicó Chris Culbert, gerente de programa de la iniciativa Commercial Lunar Payload Services en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.

Explorando el futuro de la presencia humana en la Luna

El módulo de aterrizaje Blue Ghost de Firefly tiene como objetivo estudiar una formación volcánica llamada Mons Latreille, ubicada en el Mare Crisium, una cuenca lunar de más de 480 kilómetros de diámetro.

En su última fase de descenso, Blue Ghost emplea tecnología de navegación por visión y propulsores RCS para evitar peligros y garantizar un aterrizaje seguro en la Luna.
Durante su descenso final, Blue Ghost utiliza navegación avanzada por visión para detectar obstáculos y asegurar un aterrizaje preciso y sin riesgos en la superficie lunar. | Foto: Tomado de fireflyspace

A medida que la misión avanza, los científicos de la NASA recopilarán datos sobre el interior lunar y la composición del regolito lunar, lo que contribuirá a planificar futuras misiones para el regreso de los humanos a la Luna.

“Cada vuelo del que formamos parte es un paso vital en el plan más amplio para establecer una presencia humana responsable y sostenida en la Luna, Marte y más allá. Cada instrumento científico y demostración tecnológica nos acerca a la realización de nuestra visión”, precisó Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA.

La NASA también probará tecnologías como el Escudo Electrodinámico contra el Polvo (EDS), que emplea campos eléctricos para prevenir la acumulación de polvo lunar en superficies críticas como trajes espaciales, naves y equipos.

Esta tecnología promete ser clave para garantizar que los astronautas puedan operar de manera segura en la superficie lunar, donde el polvo es un desafío importante.

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