Tecnología

¿Qué pasa si se usa un electrodoméstico que estuvo guardado por mucho tiempo?

Antes de usar un electrodoméstico guardado, es importante revisar sus componentes.

9 de febrero de 2025, 10:25 p. m.
Algunas personas no saben cómo desechar adecuadamente los electrodomésticos viejos.
Algunas personas no saben cómo desechar adecuadamente los electrodomésticos viejos. | Foto: Getty Images

Los electrodomésticos han dejado de ser simples herramientas domésticas para convertirse en elementos esenciales que impactan directamente en la calidad de vida. Su influencia abarca desde la mejora de la comodidad y la eficiencia, hasta su contribución a la seguridad y la salud.

Hoy, los electrodomésticos destacan por su diseño orientado a la reducción del consumo energético. Los avances tecnológicos han dado lugar a dispositivos con etiquetas de eficiencia energética, lo que les permite a los hogares disminuir el costo de sus facturas de electricidad.

Asimismo, la comodidad que ofrecen los electrodomésticos modernos constituye un factor clave en su relevancia. Aparatos como las cafeteras automáticas, los hornos inteligentes o los termostatos programables facilitan la personalización de las experiencias diarias, haciendo la vida más cómoda y eficiente.

El crecimiento de electrodomésticos “inteligentes” ha permitido incluso el control remoto de diversos dispositivos, simplificando aún más las tareas cotidianas.

Cuidar los electrodomésticos antes de salir de viaje ayuda a mantener la seguridad del hogar.
Cuidar los electrodomésticos antes de salir de viaje ayuda a mantener la seguridad del hogar. | Foto: Getty Images/iStockphoto

No obstante, cuando un electrodoméstico se almacena durante un largo período, pueden surgir problemas al intentar utilizarlo nuevamente. En algunos casos, incluso es posible que el aparato no funcione correctamente o que sufra daños irreparables.

Estos dispositivos están diseñados para ser usados con regularidad y la falta de uso prolongado puede afectar su rendimiento, seguridad y longevidad.

Desgaste de componentes internos

Si un electrodoméstico ha estado guardado durante un largo período, algunos de sus componentes pueden deteriorarse por factores como la humedad, la temperatura y el polvo. Los cables, por ejemplo, pueden volverse quebradizos, y los lubricantes de los motores pueden secarse, lo que afecta su funcionamiento.

Oxidación y corrosión

Los metales expuestos al aire pueden oxidarse y generar corrosión en las piezas internas y externas. Los electrodomésticos con partes metálicas, como licuadoras, tostadoras o neveras, son especialmente vulnerables. La corrosión no solo compromete el rendimiento del dispositivo, sino que puede afectar su seguridad.

Aumento del riesgo de fallos eléctricos

El almacenamiento prolongado de estos aparatos puede dar lugar a fallos eléctricos por el desgaste de los cables y circuitos internos. Con el tiempo, el aislamiento de los cables puede dañarse, lo que aumenta el riesgo de cortocircuitos o incendios.

Además, si el equipo estuvo guardado en un ambiente húmedo o polvoriento, los circuitos pueden acumular suciedad o corrosión.

Los electrodomésticos muy antiguos no cuentan con la suficiente eficiencia energética.
Los electrodomésticos muy antiguos no cuentan con la suficiente eficiencia energética. | Foto: Getty Images

Pérdida de eficiencia energética

Elementos clave como calefactores, motores y otras partes críticas pueden volverse menos efectivos, lo que obliga al electrodoméstico a consumir más energía para realizar la misma tarea.

Este incremento en el consumo energético no solo encarece las facturas de electricidad, también puede generar más calor, lo que acelera el desgaste general del dispositivo.

Olor a moho o malos olores

Cuando se guardan en un ambiente cerrado o húmedo durante mucho tiempo, puede acumular humedad en su interior. Esto puede favorecer el crecimiento de moho u hongos, especialmente en dispositivos como neveras, cafeteras o lavadoras.

Usar un electrodoméstico que ha permanecido almacenado durante un largo tiempo no siempre es recomendable. Aunque algunos dispositivos pueden funcionar sin problemas tras meses o incluso años de inactividad, otros pueden presentar fallos importantes, pérdida de eficiencia o riesgos de seguridad.

Por ello, antes de utilizar un aparato almacenado, es crucial revisar sus componentes, limpiar minuciosamente las partes internas y externas, y asegurarse de que no haya daños visibles.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.