Tecnología
Revelan nueva modalidad de estafa que apunta a robar cuentas bancarias de empleados a través de inocentes llamadas telefónicas
Expertos advierten sobre la importancia de mantenerse alerta ante llamadas sospechosas y recomiendan no compartir información sensible bajo ninguna circunstancia.


En los últimos años, el incremento de las estafas telefónicas ha sido notorio, consolidándose como uno de los métodos más eficaces y directos que emplean los ciberdelincuentes para engañar a las personas. Mediante técnicas especializadas, logran obtener información sensible, como contraseñas o números de cuentas bancarias, valiéndose de la persuasión y la manipulación emocional.
Una de las estrategias más recientes ha sido documentada por portales internacionales, entre ellos Computer Hoy, y ha sido denominada como “la estafa del buen empleado”. Esta modalidad se basa en explotar la confianza de las víctimas, especialmente durante la temporada de vacaciones, cuando muchas personas bajan la guardia en asuntos relacionados con su entorno laboral.
Los delincuentes aprovechan este contexto para implementar una variante del phishing conocida como vishing, una técnica que utiliza llamadas telefónicas con el fin de suplantar identidades y obtener beneficios ilícitos. En estos casos, los estafadores simulan ser representantes de la empresa donde trabaja la víctima —incluso haciéndose pasar por superiores jerárquicos— para solicitar pagos urgentes bajo pretextos falsos.

Con el objetivo de generar una atmósfera de presión, los criminales advierten que algo grave ocurrirá si no se actúa de inmediato. Esta táctica busca desestabilizar emocionalmente a la víctima, lo que facilita el cumplimiento de las instrucciones sin detenerse a verificar la información. De este modo, no solo se apropian del dinero, sino que también acceden a datos personales que posteriormente son utilizados para otros fraudes.
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Frases como “no se lo diga a nadie”, “no cuelgue”, “esto depende solo de usted” o “confío en que no fallará” son comunes en este tipo de llamadas. Estas expresiones forman parte de un guion meticulosamente diseñado para reforzar la urgencia y apelar al sentido de responsabilidad del interlocutor.
Según expertos en ciberseguridad, quienes se dedican al vishing investigan previamente a sus víctimas, accediendo a datos personales mediante ingeniería social o fuentes ilegales. Con esta información en mano, simulan ser empleados de bancos que alertan sobre actividades sospechosas o técnicos de soporte que reportan supuestos virus en los dispositivos.

En todos los escenarios, el objetivo es el mismo: provocar miedo, ansiedad o culpa para desactivar el juicio crítico de la víctima y lograr que esta proporcione información confidencial. Uno de los recursos más efectivos es la manipulación emocional, una técnica que apela a los sentimientos para obtener una reacción inmediata. En algunos casos, los delincuentes simulan emergencias familiares —como accidentes o detenciones— para inducir transferencias urgentes sin ningún tipo de comprobación.
Ante este panorama, las autoridades y expertos insisten en la necesidad de estar alerta ante cualquier llamada sospechosa, verificar siempre la identidad del interlocutor y evitar compartir datos sensibles por teléfono. Reconocer las señales del vishing puede marcar la diferencia entre proteger la información personal y convertirse en una víctima más de este tipo de fraude.