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Sale a la luz nueva estafa usando el Mundial 2026: así operan los delincuentes para engañar a los fanáticos del fútbol
Los grandes eventos internacionales suelen ser un terreno fértil para las estafas digitales, que se aprovechan del entusiasmo y la urgencia de los aficionados.


A pocos meses de iniciar la Copa Mundial de la FIFA 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, expertos en ciberseguridad han encendido las alarmas frente a un incremento en las estafas digitales dirigidas a los fanáticos del fútbol y colocando en riesgo tanto el dinero como la información personal de los usuarios.
De hecho, con el inicio de la venta de boletería, la empresa de ciberseguridad Norton advirtió que los grandes eventos internacionales suelen ser un terreno fértil para las estafas digitales, que se aprovechan del entusiasmo y la urgencia de los aficionados por buscar entradas, información y promociones relacionadas con el campeonato.
“Durante los partidos de fútbol del mundial, las amenazas pueden ir desde sitios web falsos de venta de entradas hasta perfiles en redes sociales que difunden enlaces maliciosos o concursos fraudulentos en línea”, explicó Iskander Sanchez-Rola, director de IA e Innovación de la compañía citada anteriormente.
Una red digital compuesta por miles de dominios, programas automatizados y plantillas de phishing que simulan ser páginas oficiales de la FIFA y de ciudades sede como Dallas, Miami, Toronto y Ciudad de México, de acuerdo con un informe de la empresa Check Point.
Sin embargo, lo que más llama la atención de los expertos es que varios de estos sitios parecen haber sido creados con una visión a largo plazo, ya que incluyen referencias a futuros mundiales, incluso los previstos para 2030 y 2034.
¿Cuáles son los principales riesgos de esta nueva modalidad?
Según información compartida por los expertos del primer medio citado, el envenenamiento SEO se ha convertido en una de las estrategias favoritas de los ciberdelincuentes en torno a los grandes eventos deportivos. Mediante la creación de páginas web maliciosas, los atacantes buscan posicionarse en los primeros resultados de los buscadores.

De esta manera, logran atraer a los usuarios desprevenidos, quienes, al ingresar a estos portales, se exponen al robo de información personal, fraude financiero o a la descarga de programas maliciosos que comprometen la seguridad de sus dispositivos.
A su vez, proliferan las cuentas falsas en redes sociales, diseñadas para aprovechar la emoción de los aficionados. Estas cuentas se presentan con ofertas llamativas, supuestas promociones exclusivas o la venta de entradas a precios irresistibles.
Sin embargo, detrás de la apariencia confiable se esconden estafas digitales que redirigen a páginas fraudulentas o exigen pagos adelantados que nunca se concretan en beneficios reales. Los expertos subrayan que la regla de oro para evitar caer en este tipo de trampas es desconfiar de todo aquello que luzca “demasiado bueno para ser verdad”.
Además, los falsos concursos en línea se han vuelto una herramienta recurrente para los estafadores, quienes prometen premios atractivos a cambio de una simple participación, pero el su verdadero objetivo es recopilar información personal y financiera de los usuarios.
A esto se suma la venta ilegal de entradas, una de las estafas más frecuentes antes de los grandes torneos. Los delincuentes se aprovechan del llamado “miedo a perderse algo” (FOMO, por sus siglas en inglés), ofreciendo boletos que en realidad son falsificados o que nunca llegan a manos del comprador.

De igual manera, circulan campañas de phishing y malware disfrazadas de comunicados oficiales o noticias relacionadas con el campeonato. Estos correos electrónicos y anuncios redirigen a los usuarios hacia descargas que comprometen sus dispositivos y exponen su información sensible.
Paralelamente, los ciberdelincuentes han detectado un nicho en las reservas de viajes, creando falsas agencias, sitios de alojamiento fraudulentos o promociones engañosas. Las víctimas no solo enfrentan pérdidas económicas, sino que también pueden encontrarse sin hospedaje o transporte al llegar a su destino, quedando expuestas a más riesgos.