Tecnología

Sale a la luz peligrosa estafa donde delincuentes suplantan los rostros de personas para robar cuentas bancarias

Las tecnologías de manipulación digital, se han vuelto más accesibles y sofisticadas, lo que ha dado lugar a un nuevo tipo de fraude.

Valentina Castañeda Sierra

Valentina Castañeda Sierra

Periodista en Semana

8 de junio de 2025, 10:29 p. m.
Las estafas con inteligencia artificial se han popularizado con los años.
Las estafas con inteligencia artificial se han popularizado con los años. | Foto: Getty Images

A pesar de que los avances tecnológicos han mejorado considerablemente diversos aspectos de la vida personal y profesional de millones de usuarios a nivel mundial, también han permitido la proliferación de una amplia variedad de amenazas cibernéticas que afectan la seguridad digital de quienes navegan por internet.

Una de las técnicas más comunes empleadas por los ciberdelincuentes es la ingeniería social, un conjunto de estrategias diseñadas para manipular a las personas y obtener información confidencial sin que estas se percaten de ello. Este tipo de amenaza suele percibirse como un riesgo invisible en el entorno digital, ya que no depende de fallos técnicos en los sistemas de seguridad, sino de la explotación de las vulnerabilidades humanas.

Los ataques de ingeniería social se fundamentan en la psicología, la persuasión y la manipulación de las emociones y comportamientos de las víctimas, lo que los convierte en un peligro especialmente significativo.

Con el advenimiento de la inteligencia artificial, han surgido nuevas técnicas utilizadas por los criminales, algunas de las cuales no solo incluyen la suplantación de la voz, sino también la alteración del rostro de las personas. Según el portal Computer Hoy, esta práctica se conoce como FaceSwap, una técnica que emplea inteligencia artificial y aprendizaje automático para intercambiar las caras de personas en imágenes o videos.

Las estafas en línea suelen ser cada vez más sofisticadas, debido al avance de la tecnología.
Las estafas en línea suelen ser cada vez más sofisticadas, debido al avance de la tecnología. | Foto: Getty Images

Mediante el uso de algoritmos de aprendizaje profundo, estos sistemas son capaces de analizar las características faciales y generar imágenes que parecen completamente auténticas. Aunque inicialmente estas herramientas fueron desarrolladas para aplicaciones como efectos especiales en la industria cinematográfica o filtros en redes sociales, su accesibilidad y la calidad de los resultados las han convertido en un recurso peligroso para los estafadores.

Así es como usan el FaceSwap para cometer estafas

Uno de los métodos más comunes empleados por los estafadores en este tipo de fraudes es la manipulación emocional de las víctimas. En estos casos, los suelen recurrir a mensajes que aparentan provenir de amigos o familiares cercanos.

Este tipo de engaño no solo involucra el intercambio de rostros, sino que también incluye la creación de una expresión emocional convincente, como angustia o miedo, con el fin de apelar a las emociones de la víctima. La presión emocional que genera la idea de ayudar a un ser querido en apuros se convierte en una herramienta clave para que el estafador logre su cometido, empujando a la víctima a actuar sin pensar.

Una vez que se ha ganado la confianza de la persona, el bandido puede solicitarle la transferencia de dinero, el pago de una deuda ficticia o la compra de productos falsos. En este tipo de estafa, el uso de FaceSwap juega un papel crucial, ya que proporciona una apariencia de credibilidad que, de otro modo, sería difícil de generar.

Las estafas en línea que han ido popularizando con el tiempo.
Las estafas en línea que han ido popularizando con el tiempo. | Foto: Getty Images

Otra táctica muy utilizada por los ciberdelincuentes es la suplantación de identidad. En lugar de usar la imagen de un conocido de la víctima, los estafadores pueden optar por robar la identidad de la propia persona. Esto se facilita cuando la víctima tiene fotos públicas en sus redes sociales, ya que los criminales pueden acceder a estas imágenes y utilizarlas para crear una versión falsa de la persona.

Una vez que han “copiado” el rostro de la víctima, pueden crear perfiles falsos en plataformas de citas, con el fin de engañar a otras personas y obtener información personal o incluso dinero. También pueden utilizar esta técnica para enviar mensajes fraudulentos a amigos o familiares de la víctima, solicitando ayuda o información sensible bajo falsas pretensiones.

En este caso, la persona no solo ve vulnerada su privacidad, sino que puede enfrentarse a serios problemas legales si su identidad es utilizada para la comisión de delitos.