Tecnología
Si el control remoto del televisor no funciona, estos pasos ayudarán a resolver el problema sin necesidad de comprar uno nuevo
Realizar un mantenimiento preventivo, puede prolongar la vida útil del aparato y evitar futuras fallas.

En la vida cotidiana, el control remoto se ha consolidado como uno de los dispositivos más utilizados en el hogar. Ya sea para encender el televisor, cambiar de canal, ajustar el volumen o manipular otros equipos electrónicos, su uso frecuente puede generar fallas con el paso del tiempo.
Uno de los inconvenientes más comunes es que algunos botones dejan de funcionar correctamente o presentan una respuesta intermitente. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, estos problemas pueden solucionarse sin necesidad de reemplazar el aparato.
1. Verificación de las pilas
Antes de asumir que la falla está en los botones, es fundamental comprobar el estado de las pilas. Cuando están descargadas o mal colocadas, el control remoto puede presentar un funcionamiento deficiente. Reemplazarlas o asegurarse de que estén bien instaladas es el primer paso para descartar fallos de energía.

2. Limpieza externa
Debido al uso constante, estos dispositivos suelen acumular polvo, grasa y suciedad, especialmente cuando se manipulan mientras se come o con las manos sucias. Estos residuos pueden filtrarse entre los botones y afectar su rendimiento.
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Una limpieza superficial con un paño suave ligeramente humedecido con alcohol isopropílico puede ayudar a remover la suciedad externa. Además, conviene observar si alguno de los botones está atascado o no regresa a su posición original tras ser presionado.
3. Revisar los componentes internos
Si la limpieza externa no resuelve el problema, podría ser necesario abrir el control remoto para realizar revisión interna. Esta tarea debe ejecutarse con precaución, utilizando un destornillador pequeño o una herramienta plástica que permita separar las piezas sin dañar la carcasa.
Una vez abierto, se deben identificar y separar las tres partes principales: la carcasa, la placa electrónica y la lámina de goma que contiene los botones.
Con el dispositivo desarmado, se procede a limpiar cuidadosamente el interior. Polvo, grasa o residuos de líquidos pueden interferir en el contacto entre los botones de goma y la placa electrónica.
Para esto se recomienda utilizar bastoncillos de algodón humedecidos con alcohol isopropílico. Tanto la superficie de la placa como los contactos de los botones deben quedar completamente intactos para garantizar un buen funcionamiento.
4. Asegurar el funcionamiento de los botones
Cada botón cuenta con una superficie de grafito en su parte interna. Esta zona es la que entra en contacto con la placa electrónica al presionar el botón, cerrando el circuito y enviando la señal correspondiente. Con el tiempo, este grafito puede desgastarse, afectando el funcionamiento del dispositivo.
Si después de hacer este procedimiento los botones continúan fallando, se puede optar por aplicar una pintura conductiva especial para restaurar la zona de contacto o utilizar parches de grafito autoadhesivos, disponibles en tiendas especializadas en electrónica.

6. Prueba final
Es importante asegurarse de que cada componente esté correctamente ubicado antes de cerrar la carcasa. Luego, se colocan nuevamente las pilas y se realiza una prueba para verificar el funcionamiento con el equipo correspondiente.
En caso de que el control siga sin responder tras estos pasos, es posible que exista un daño más profundo en la placa electrónica. En tales situaciones, puede ser necesario reemplazar el dispositivo o consultar con un técnico especializado. No obstante, en la mayoría de los casos, los problemas con los botones obedecen a causas menores que pueden solucionarse en el hogar con herramientas básicas y algo de paciencia.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.