Tecnología
Si le llega un mensaje acompañado de este link, repórtelo de inmediato porque son estafadores intentando desocupar sus cuentas
Los ciberdelincuentes actúan tras una pantalla, dado que la tecnología les ha dado todas las herramientas necesarias para poder cometer sus delitos.
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Una de las mayores preocupaciones que ha marcado este 2025 y que probablemente se mantendrá en los próximos años es el notable aumento de las estafas y los fraudes en línea. El avance de la tecnología, aunque fundamental para el desarrollo digital, también se ha convertido en una herramienta aprovechada por los delincuentes, quienes la utilizan a su favor para vulnerar sistemas, manipular información y cometer diversos engaños.
En este contexto, la clave para evitar convertirse en una víctima más radica en no ignorar las señales de alerta y mantener una actitud preventiva constante. Incluso el detalle más mínimo puede ser determinante para identificar un intento de estafa. Por ello, los expertos en ciberseguridad insisten en advertir a los usuarios sobre los distintos modus operandi que emplean los estafadores, con el fin de que puedan protegerse a tiempo.

Una de las tácticas más recurrentes de los cibercriminales consiste en suplantar la identidad de empresas reconocidas. A través de elaborados montajes, hacen creer a los usuarios que están comunicándose con entidades legítimas. Entre las más utilizadas se encuentran los bancos, ya que las cuentas y los datos financieros son el principal objetivo de estos ataques.
Mediante mensajes falsos, llamadas telefónicas y, sobre todo, excusas que apelan a la urgencia, estos delincuentes logran estafar a muchas personas sin que estas se den cuenta. En la mayoría de los casos, cuando la víctima identifica el engaño, ya es demasiado tarde.
Según el medio eleconomista.es, una nueva modalidad de estafa mantiene en alerta a millones de personas. Aunque suele originarse en un país específico, su efectividad permite que se propague rápidamente a otras regiones del mundo.
El gancho más común son mensajes con frases como: “Tu seguro ha sido activado exitosamente, si no has sido tú…”, acompañadas de un enlace que invita al usuario a hacer clic para confirmar la supuesta acción. El problema surge cuando, al ingresar, se accede a una página web fraudulenta que solicita datos sensibles, como contraseñas o claves bancarias, información que muchas víctimas entregan sin medir las consecuencias.

Asimismo, mensajes como “tu cuenta será bloqueada”, “tienes un paquete retenido” o “detectamos un pago sospechoso” buscan provocar una reacción inmediata, impidiendo que la persona se detenga a verificar la información. Estos textos suelen incluir enlaces acortados o direcciones web muy similares a las oficiales, lo que aumenta la credibilidad del engaño.
Una vez los delincuentes obtienen los datos, pueden vaciar cuentas bancarias, realizar compras fraudulentas, suplantar la identidad de la víctima o incluso vender la información en mercados ilegales. En algunos casos, el fraude no se detecta de inmediato, lo que permite a los atacantes seguir explotando el acceso durante días o incluso semanas.

