Si nota estas señales en su celular al navegar por internet, tenga cuidado porque podrían estar espiándolo sin que lo note

Cada vez que una persona navega por internet, sin saberlo, deja una serie de rastros digitales. Estos rastros son recopilados por empresas a través de tecnologías como las cookies, trackers (rastreadores), píxeles espía y scripts de terceros. El propósito principal de esta recopilación de datos es crear un perfil de consumo personalizado que permita a las marcas ofrecer publicidad altamente segmentada.

Una investigación realizada por la firma Sociomatic Lab, reveló que un 70 % de los internautas se muestra receptivo a recibir anuncios personalizados y contenidos diseñados según sus intereses. Para expertos en mercadeo digital, este dato reafirma la importancia de conocer a fondo al consumidor, entender sus hábitos de navegación y analizar sus patrones de compra en línea.

¿Cómo las marcas lo espían por internet para enviar publicidad personalizada?

En ese contexto, la experta en ciberseguridad de la empresa británica PGI Cyber, Stephanie Perry, en diálogo con BBC Mundo, señaló que las compañías utilizan herramientas como Google AdWords para ejecutar campañas de publicidad segmentada.

Estas plataformas permiten establecer perfiles detallados de los usuarios basándose en información como sus búsquedas, los sitios que frecuentan y su ubicación geográfica. Todo este rastro digital se recopila a través de cookies, que registran la actividad en línea de los usuarios una vez aceptadas, y que conforman una base de datos valiosa para orientar con precisión cada anuncio.

Lo más inquietante es que esta vigilancia digital ocurre, muchas veces, sin un consentimiento verdaderamente informado. Aunque la mayoría de sitios solicitan aceptar cookies, pocas personas leen los términos o entienden hasta qué punto están siendo monitoreadas.

El resultado de este sistema de recopilación de datos es la llamada “publicidad personalizada”, que puede parecer útil, pero también plantea serias preocupaciones en términos de privacidad. Por ejemplo, si una persona busca zapatos deportivos, es probable que en los siguientes días comience a ver anuncios relacionados en su navegador, redes sociales y hasta en sus aplicaciones móviles.

Aunque a simple vista esta publicidad puede interpretarse como una mejora en la experiencia digital, lo cierto es que revela una sofisticada red de vigilancia que muchas veces no se limita al consumo. Algunas marcas recopilan datos sensibles, como el estado de salud, la orientación sexual, las creencias religiosas o incluso el nivel de ingresos, todo con el fin de ajustar sus campañas y maximizar ganancias.

El problema no es solo la personalización, sino la opacidad del proceso. Muchas personas no saben quién tiene acceso a su información, cómo se almacena o si está siendo vendida a terceros. Esta falta de transparencia ha llevado a que organismos de protección de datos en Europa y América Latina exijan regulaciones más estrictas, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la Unión Europea, o la Ley de Protección de Datos Personales en Colombia.

Además, la experta citada anteriormente, sugiere interactuar en línea únicamente con personas de confianza y pensar bien qué datos personales son compartidos, ya que esta información puede ser utilizada para construir un perfil detallado sobre los intereses de cada persona. También, hace énfasis en tener precaución al momento de hacer clic en enlaces desconocidos o sospechosos, porque cada interacción digital contribuye a alimentar los sistemas que las marcas utilizan para identificar preferencias y comportamientos de compra.