Por falta de información o simple comodidad, muchas personas mantienen hábitos poco eficientes con la tecnología y los electrodomésticos. Acciones como apagar el televisor solo desde la regleta o no desconectar ciertos aparatos correctamente pueden parecer inofensivas, pero hacerlo de forma adecuada ayudaría a prolongar su vida útil y, en algunos casos, a reducir el consumo de energía y el valor de la factura eléctrica.

Aunque suele pensarse que los dispositivos más grandes son los que más electricidad consumen en el hogar, a menudo se pasa por alto el impacto del smartphone. Es habitual que, tras completar la carga, el celular se desconecte mientras el cargador permanece enchufado por comodidad. Si bien su gasto no se compara con el de electrodomésticos como el horno o la lavadora, se trata de un equipo de uso constante que, por lo general, se carga a diario, lo que convierte ese pequeño consumo en algo recurrente.

Según recoge el portal especializado Xataka, dejar el cargador conectado al enchufe no supone un riesgo inmediato para la seguridad del hogar, pero sí tiene efectos sobre el consumo eléctrico. Aunque no esté conectado al teléfono, el adaptador sigue demandando una pequeña cantidad de energía. A este comportamiento se le conoce como “consumo fantasma” o energía en reposo, un fenómeno más común de lo que muchos usuarios imaginan.
De forma individual, el gasto parece irrelevante, ya que un cargador puede consumir entre 0,1 y 0,5 vatios por hora. Sin embargo, cuando esta práctica se repite de manera constante y se multiplica por millones de viviendas, el impacto total se vuelve significativo. Lo que parece un descuido menor puede terminar influyendo tanto en la demanda energética global como en el recibo de la luz a largo plazo.

Adicionalmente, los expertos explican que, aunque el paso principal de la corriente se reduce al no haber un dispositivo conectado, no se corta por completo. Los circuitos internos del cargador permanecen activos y en estado de espera, lo que provoca ese consumo residual que pasa desapercibido, pero que sigue sumando con el paso del tiempo.

Por otro lado, es habitual que muchas personas aprovechen la noche para cargar su celular, ya que durante el descanso no lo utilizan. Aunque durante años esta costumbre fue desaconsejada, datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indican que podría representar hasta un 10 % adicional en el gasto anual.
Si bien la mayoría de los cargadores actuales son inteligentes y reducen el consumo cuando la batería está completa, los expertos recomiendan desconectarlos para cuidar la batería del dispositivo y evitar un gasto innecesario de energía.










