Tecnología

Si recibe este paquete en la puerta de su casa, no lo abra, podría ser víctima de una peligrosa estafa

Los ciberdelincuentes cuentan con múltiples vías para acceder a la información personal de los usuarios, incluyendo su ubicación física.

Valentina Castañeda Sierra

Valentina Castañeda Sierra

Periodista en Semana

20 de junio de 2025, 8:18 p. m.
La estafa del falso paquete se ha popularizado en varias partes del mundo.
La estafa del falso paquete se ha popularizado en varias partes del mundo. | Foto: Getty Images

Cada vez son más las modalidades de estafa que salen a la luz y que ponen en riesgo a usuarios en distintas partes del mundo. Los ciberdelincuentes logran operar de forma masiva en varios países, y su objetivo principal suele ser el robo de datos personales como contraseñas, números de cuenta, fotografías, videos y otra información sensible que puedan utilizar en beneficio propio.

Los métodos empleados por estos actores maliciosos se han vuelto cada vez más sofisticados, combinando herramientas tecnológicas con la explotación de errores humanos. Una de las técnicas más comunes es el phishing, un tipo de ingeniería social que busca engañar a las personas para que entreguen voluntariamente sus datos personales.

A través de correos electrónicos falsos, mensajes de texto o incluso llamadas telefónicas, los delincuentes se hacen pasar por instituciones confiables —como bancos, plataformas de comercio electrónico o entidades gubernamentales— para solicitar información bajo argumentos aparentemente legítimos.

Los usuarios deben ser precavidos con los códigos QR que escanean.
Los usuarios deben ser precavidos con los códigos QR que escanean. | Foto: Getty Images

De este modo, pueden llegar a conocer la dirección de residencia de las víctimas e implementar otros métodos para cometer fraudes. Uno de estos consiste en el envío de paquetes falsos.

Según informó Computer Hoy, las personas reciben una encomienda que no han solicitado, lo que despierta su curiosidad. En ocasiones, se trata de una caja vacía o de un producto de escaso valor. En algunos casos, el repartidor puede ser falso, pero en otros, el paquete llega por medio de servicios de mensajería auténticos.

Una vez entregado el paquete, la víctima recibe un mensaje o correo electrónico, supuestamente de la empresa de mensajería, informándole de un error o un saldo pendiente e instándola a confirmar su identidad. Este contacto funciona como pretexto para obtener datos sensibles que permitan continuar con el engaño.

Este tipo de estafa tiende a intensificarse durante las vacaciones, cuando muchas personas se ausentan de sus hogares y los delincuentes pueden actuar con mayor discreción al no haber vigilancia de vecinos u otras personas cercanas.

¿Qué debe hacer una persona al recibir un paquete desconocido?

Ante la llegada de un paquete no identificado, la primera recomendación es no abrirlo de inmediato. Aunque pueda generar intriga, hacerlo sin confirmar su origen representa un riesgo, tanto en términos de seguridad física como de posibles fraudes. El contenido podría formar parte de un esquema delictivo o de una táctica de ingeniería social.

La suplantación de identidad es uno de los delitos informáticos más comunes.
La suplantación de identidad es uno de los delitos informáticos más comunes. | Foto: Getty Images

El segundo paso consiste en examinar detenidamente el paquete. Es fundamental revisar el remitente, la empresa de mensajería y cualquier dato visible en la etiqueta. Si el envío carece de remitente o presenta información genérica, mal escrita o confusa, se deben encender las alertas.

En caso de que se identifique un remitente, se aconseja verificar la legitimidad del envío mediante otras fuentes: buscar el nombre o dirección en internet o contactar directamente a la empresa de mensajería para confirmar si realmente gestionaron el paquete.

También resulta útil consultar con familiares, amigos o personas cercanas si alguno de ellos realizó una compra o envío en nombre del destinatario. Aunque algunos paquetes pueden tener un origen legítimo, la falta de aviso previo suele generar incertidumbre. Si nadie tiene conocimiento del envío, es preferible actuar con cautela y no proporcionar ningún tipo de información personal.