Tecnología
Si sale de vacaciones, tenga cuidado porque delincuentes estarían aprovechando redes wifi para espiar y planear ataques silenciosos
El acceso a redes inalámbricas se ha convertido en una peligrosa herramienta para delincuentes que estudian los movimientos de sus víctimas antes de entrar a robar en una casa.

Con el avance de la tecnología, los ciberdelincuentes han perfeccionado sus métodos, al punto de ejecutar ataques que pasan casi desapercibidos. En este caso, con solo tener una simple conexión a internet y el router wifi, son capaces de no solo infiltrar malware en dispositivos, sino también espían a sus víctimas para saber en qué momento atacar.
Más allá de los delincuentes que logran desactivar sistemas de seguridad inalámbricos aprovechando la red doméstica, existe un riesgo aún más básico, pero igualmente preocupante: la posibilidad de saber si una casa está vacía. De acuerdo con el sitio web Computer Hoy, esta técnica, cada vez más común entre los asaltantes, les permite estudiar el comportamiento digital de un hogar sin necesidad de ingresar físicamente.
No requiere ser un profesional en ciberseguridad para entender que un router wifi emite señales de manera constante, incluso cuando no hay actividad visible en el hogar. Estos pulsos permiten a los ladrones más atentos analizar la presencia o ausencia de personas, ya que dispositivos como teléfonos, televisores o tabletas envían respuestas automáticas al intentar mantenerse conectados.
Así, con herramientas especializadas, los delincuentes pueden identificar patrones de uso y detectar los momentos ideales para actuar sin ser vistos. Un delincuente no necesita ser un experto para identificar cuántos dispositivos están conectados a una red en tiempo real desde el exterior de una vivienda.
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Al analizar la intensidad y el tráfico de la señal wifi, pueden obtener información valiosa sobre la actividad en el interior, permitiendo detectar si hay alguien usando internet en ese momento, lo que resulta útil para confirmar si los residentes están en casa o han salido, por ejemplo, de vacaciones.
Esta práctica se conoce como wifi sensing, una tecnología que permite detectar movimientos a través de las señales inalámbricas. De acuerdo con el medio citado anteriormente, empresas especializadas en seguridad la emplean para optimizar sus sistemas de monitoreo, pero también puede caer en manos equivocadas.

Lo más inquietante es que este tipo de espionaje no requiere conocimientos avanzados ni herramientas altamente complejas. Basta con que alguien tenga cierta habilidad técnica y conocimientos básicos sobre redes para comenzar a interpretar el comportamiento de una vivienda a través de su wifi.
Además, los equipos necesarios para llevar a cabo este análisis están al alcance de cualquiera: un computador portátil, una antena wifi de buena potencia y un software adecuado permiten rastrear dispositivos y señales a una distancia de entre 100 y 300 metros. Esto significa que los delincuentes pueden permanecer ocultos en una zona cercana, como un parque o un vehículo estacionado, sin que los propietarios de la vivienda se percaten de nada.
Frente a este tipo de riesgos, recomienda tomar medidas preventivas al momento de salir de vacaciones. Cambiar el nombre de la red inalámbrica para que no revele el modelo del router, revisar qué dispositivos están conectados desde aplicaciones móviles o incluso configurar alertas de acceso pueden ser acciones útiles.
Aunque no garantizan una protección total, estas herramientas ayudan a detectar accesos no autorizados. Adicionalmente, evitar señales visibles de ausencia, como dejar la casa completamente a oscuras o publicar en redes sociales los planes de viaje, ya que son señales que los delincuentes saben leer con facilidad. La prudencia, en estos casos, puede marcar la diferencia entre una vuelta tranquila o una desagradable sorpresa.