Tecnología
Tras el anuncio de una tormenta solar, la IA planteó qué ocurriría si un fenómeno extremo destruyera toda la tecnología
La IA advierte qué pasaría si colapsaran todos los dispositivos electrónicos en una tormenta solar extrema.
El Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Atmosférica de Estados Unidos) advirtió que una tormenta geomagnética de categoría G2, considerada moderada, impactará a la Tierra el sábado 14 de junio. La causa es una grieta abierta en la atmósfera solar, que permitió la liberación de un viento solar de alta velocidad.
Una grieta en el Sol y una advertencia oficial
Este fenómeno, aunque común en los ciclos de actividad solar, puede tener efectos sobre sistemas de comunicación por radio, satélites y redes eléctricas. Las repercusiones podrían extenderse hasta el lunes siguiente.
Sin embargo, el escenario planteado por la inteligencia artificial va más allá del pronóstico inmediato: ¿Qué ocurriría si una tormenta solar mucho más poderosa desactivara por completo todos los dispositivos electrónicos en la Tierra?
Apagón global: un mundo sin internet, luz ni comunicación, según la IA
Según la simulación de la inteligencia artificial, en caso de darse una tormenta solar de proporciones extraordinarias el primer efecto sería un apagón mundial de las telecomunicaciones. Satélites quedarían inoperativos, redes móviles y de internet se desconectarían y los sistemas de navegación por GPS fallarían.
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Las redes eléctricas, especialmente en países con infraestructura envejecida, colapsarían por sobrecargas magnéticas. Esto dejaría sin electricidad a hospitales, estaciones de bombeo de agua, sistemas de transporte y bancos.
Del pánico al conflicto: ¿cómo reaccionaría la sociedad?
La IA proyecta una respuesta social marcada por el caos en las primeras horas y días tras el apagón. En las grandes ciudades, el desabastecimiento sería inmediato: sin pagos digitales, sin combustible y sin información confiable, las personas recurrirían a acaparar productos básicos. Saqueos y disturbios no serían descartables, especialmente en zonas densamente pobladas.
En contraste, algunas comunidades rurales o más organizadas podrían reaccionar con resiliencia local. Volver a prácticas agrícolas tradicionales, establecer sistemas de trueque y reconstruir redes de comunicación análogas serían formas de adaptación posibles, según el modelo de análisis generado por la IA.
Riesgos geopolíticos y necesidad de prevención
La interrupción tecnológica también tendría implicaciones geopolíticas. La parálisis de los sistemas de defensa y de vigilancia satelital podría dejar a naciones vulnerables frente a amenazas externas o conflictos regionales. Al mismo tiempo, los sistemas bancarios y financieros, altamente digitalizados, entrarían en colapso, desatando una crisis económica sin precedentes.
Organismos como la NASA, NOAA y la Agencia Espacial Europea siguen de cerca el comportamiento del Sol y cuentan con protocolos de alerta temprana. Sin embargo, la IA advierte que, en un escenario de daño total a los aparatos electrónicos, la recuperación podría tardar años, con impactos irreversibles en sectores como la salud, la educación y el comercio global.
En medio de un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, esta simulación no busca generar pánico, sino invitar a una reflexión colectiva sobre la vulnerabilidad digital y la urgencia de desarrollar planes de contingencia ante fenómenos naturales extremos como las tormentas solares.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.
