Tecnología
Un mal uso de esta función esencial de la lavadora podría provocar averías en el aparato
La lavadora tiene piezas que suelen pasar desapercibidas, pero que resultan fundamentales para su correcto funcionamiento.

La lavadora es un electrodoméstico esencial en la limpieza del hogar, diseñada para optimizar el lavado de la ropa de manera rápida y sencilla, evitando la necesidad de hacerlo a mano, una tarea que consume el doble de tiempo que el que emplea la máquina.
Con el paso del tiempo, estos aparatos han evolucionado y se han modernizado para adaptarse tanto a las necesidades de los usuarios como a las tendencias tecnológicas. Así, además de ser cada vez más eficientes en el consumo de energía, incorporan funciones avanzadas que, en muchos casos, no se utilizan de forma adecuada.
Por ejemplo, el cajetín es una pieza fundamental a la que pocas veces se le presta atención. Normalmente, basta con verter detergente o suavizante y confiar en que la máquina haga su trabajo. Sin embargo, un detalle mínimo puede marcar la diferencia entre una colada impecable y una ropa mal lavada: la pestaña que incorporan algunos cajetines de determinadas lavadoras.

Tal como explica el perfil @atrapatupadre, especializado en bricolaje, reformas y hogar, esta pestaña regula el uso de detergente líquido o en polvo y, si se coloca de forma incorrecta, puede impedir que el producto llegue adecuadamente al tambor.
¿Cuándo levantarla y cuándo no?
El mecanismo es más sencillo de lo que parece. Cuando se utiliza detergente líquido, la pestaña debe mantenerse en posición baja para que el producto se dosifique correctamente durante el ciclo. En cambio, si se opta por detergente en polvo o en grano, debe colocarse en posición elevada.
De lo contrario, el detergente sólido tiende a acumularse en el compartimento, se atasca y no llega a disolverse por completo en el agua. El resultado: prendas con restos visibles y la sensación de que la lavadora no limpia bien.

Consecuencias de un mal uso
Aunque a menudo se piensa que se trata de un fallo de la máquina, en la mayoría de los casos el problema se origina por no ajustar la pestaña en función del tipo de detergente. Además de una limpieza deficiente, el exceso de producto retenido en el cajetín puede generar malos olores e incluso provocar obstrucciones en el sistema de conducción del agua.
La solución es tan simple como revisar la pestaña antes de cada lavado. En los modelos que la incluyen, ajustarla según el detergente utilizado garantiza un mejor resultado en la colada y un funcionamiento más eficiente del electrodoméstico. Un gesto mínimo que evita problemas, prolonga la vida útil de la lavadora y asegura ropa limpia en cada ciclo.
*Con información de Europa Press