Hoy en día, ser víctima de una estafa ya no es una posibilidad lejana. Se trata de una realidad que puede ocurrir en cualquier momento, de la forma más inesperada y a cualquier hora. Los delincuentes digitales aprovechan con facilidad las vulnerabilidades que detectan en los usuarios, sin importar horarios ni contextos, lo que mantiene a las cuentas bancarias y a la información personal en constante riesgo.
Frente a este panorama, es fundamental que las personas busquen las mejores formas de protegerse y no den motivos a estos actores malintencionados para actuar de manera indiscriminada. Existen numerosas modalidades de estafa en la actualidad, por lo que resulta clave aprender a identificarlas y saber cómo proceder ante cada situación.
Millones de personas comparten información personal, realizan pagos y se comunican a través de internet, muchas veces sin ser plenamente conscientes de los riesgos que esto implica. Los ciberdelincuentes se aprovechan de esta exposición para hacerse pasar por empresas reconocidas, entidades bancarias o incluso por contactos de confianza, generando una falsa sensación de seguridad y reduciendo las sospechas de sus víctimas.

De acuerdo con el medio español eleconomista.es, recientemente se ha detectado una oleada de correos electrónicos fraudulentos que suplantan la identidad de organismos oficiales y de empresas pertenecientes a sectores clave como el energético, las telecomunicaciones y la salud.

Estos mensajes buscan generar alarma mediante falsas multas, facturas con importes elevados o supuestos avisos legales, con el objetivo de inducir al usuario a hacer clic en un enlace. Al hacerlo, se descarga el malware conocido como Grandoreiro, diseñado específicamente para robar información bancaria.
Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), ante la recepción de un correo electrónico sospechoso —ya sea por el remitente, el contenido del mensaje o la presencia de enlaces y archivos adjuntos inesperados—, la principal recomendación es no interactuar con él bajo ninguna circunstancia.
No se debe hacer clic en enlaces ni descargar archivos adjuntos, ya que estos pueden contener software malicioso. Lo más adecuado es eliminar el mensaje de inmediato.

En caso de que, por error, se haya descargado o ejecutado un archivo sospechoso, es fundamental actuar con rapidez para minimizar los daños. El primer paso debe ser desconectar el dispositivo de la red principal, con el fin de evitar que el malware se propague a otros equipos.
Posteriormente, el incidente debe ponerse en conocimiento de especialistas en seguridad informática, quienes se encargarán de evaluar la situación y aplicar las medidas necesarias. Asimismo, se recomienda realizar un escaneo de seguridad completo con un antivirus confiable y debidamente actualizado, para detectar y eliminar cualquier amenaza.

Cabe señalar que este malware no es nuevo; sin embargo, los ciberdelincuentes continúan encontrando nuevas formas de propagarlo, no solo en este país, sino en distintas regiones del mundo, dejando a millones de víctimas a su paso.










