Tecnología
El uso incorrecto de estas funciones de la lavadora puede provocar que la ropa salga con mal olor
Al igual que ocurre con cualquier electrodoméstico, es necesario realizar un mantenimiento y seguimiento constantes para asegurar su correcto funcionamiento.
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La lavadora es uno de los electrodomésticos indispensables en la vida cotidiana, ya que facilita la limpieza de la ropa y contribuye a mantenerla libre de suciedad y bacterias que se acumulan con el uso frecuente. Una de sus principales ventajas es la simplicidad de uso, pues mediante los botones del panel principal basta con introducir las prendas y activar el ciclo de lavado.
No obstante, en algunas ocasiones la ropa puede salir con mal olor, situación que obedece a diversas causas. Una de ellas está relacionada con el uso inadecuado de funciones esenciales para garantizar un buen rendimiento del equipo.
De acuerdo con el portal eldiario.es, en muchos casos el origen del problema es la humedad retenida en el tambor, ya que la presencia de agua estancada por largos periodos favorece la proliferación de bacterias y malos olores que terminan impregnados en las prendas.

A esto se suma la necesidad de un mantenimiento periódico, teniendo en cuenta que el tambor es uno de los componentes más importantes de la máquina.
Para evitar la acumulación de gérmenes, se recomienda dejar la puerta abierta después de cada lavado, de modo que el aire circule y se reduzca la humedad. Otro error frecuente es llenar la lavadora por encima de su capacidad, lo que no solo dificulta la eliminación de la suciedad, sino que también disminuye la eficacia del lavado.
En cuanto a la limpieza del tambor, se aconseja seguir estos pasos:
- Vaciar por completo la lavadora para asegurar que no haya ropa en el interior.
- Programar un ciclo de lavado a la temperatura más alta, lo que contribuye a eliminar bacterias y moho.
- Utilizar productos de limpieza recomendados por portales especializados como La Casa del Electrodoméstico: vinagre blanco, bicarbonato de sodio y limpiadores específicos para lavadoras.

- Limpiar manualmente la goma de la puerta con un paño húmedo y vinagre, ya que en esa zona suele acumularse moho y residuos.
- Mantener la puerta abierta durante algunas horas tras la limpieza para permitir la ventilación y evitar la humedad.
La frecuencia recomendada para esta limpieza es de una vez al mes en caso de uso intensivo, o cada dos meses si el uso es moderado. También es aconsejable pasar un paño seco por la goma y dejar la puerta entreabierta después de cada lavado para evitar la proliferación de hongos.