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¿Una persona podría ser la cura del veneno? Las serpientes más venenosas del mundo muerden sus brazos

Un hombre se dejó morder por serpientes venenosas para ayudar a crear un posible antídoto universal.

David Alejandro Rojas García

David Alejandro Rojas García

Periodista en Semana

7 de mayo de 2025, 4:07 a. m.
Un hombre resistente al veneno despierta el interés de la ciencia médica.
La sangre de un aficionado a las serpientes podría ser clave para un nuevo antiveneno. | Foto: Handout Centivax dpa picture alliance

Tim Friede, un estadounidense aficionado a las serpientes, ha llevado su pasión por estos reptiles a un nivel impensado. Durante casi dos décadas, ha permitido que algunas de las serpientes más venenosas del planeta, como la mamba negra, el taipán y la cobra de agua, lo muerdan deliberadamente en los brazos.

Su objetivo: generar una resistencia natural al veneno y contribuir al desarrollo de un antídoto eficaz.

Un experimento extremo que podría cambiar la medicina

Los videos de sus autoexperimentos, publicados en su canal de YouTube, muestran la hinchazón de sus extremidades y el dolor que sufre tras cada mordida.

Sin embargo, su inusual estrategia ha captado el interés de la comunidad científica. Un estudio reciente publicado en la revista Cell revela que en la sangre de Friede se han hallado dos anticuerpos capaces de neutralizar el veneno de múltiples especies de serpientes.

Un cuerpo entrenado para resistir toxinas

El camino de Friede comenzó por “simple curiosidad”, inyectándose pequeñas cantidades de veneno de serpientes, escorpiones y arañas, toxinas que él mismo extraía y almacenaba en su casa en Wisconsin, EE. UU.

Un estudio reveló que un hombre desarrolló anticuerpos contra múltiples toxinas.
Un cuerpo entrenado con veneno podría cambiar la forma de tratar mordeduras. | Foto: cover images IMAGO

Poco a poco, aumentó la dosis hasta alcanzar niveles casi letales. “Al principio me daba mucho miedo. Pero cuanto más lo haces, mejor se te da, más tranquilo te vuelves con ello”, relata.

La ciencia respalda parcialmente su hazaña. El sistema inmunitario, al ser expuesto a toxinas repetidamente en pequeñas cantidades, puede desarrollar anticuerpos que neutralicen el veneno.

Así, el cuerpo logra reaccionar más rápido ante exposiciones mayores o repetidas. Aunque el método de Friede no es recomendable y conlleva serios riesgos, sus resultados están abriendo nuevas posibilidades para la medicina.

Antiveneno humano: un hallazgo prometedor

Hasta ahora, los antídotos contra mordeduras de serpientes se fabrican principalmente con ayuda de animales grandes como caballos.

Este método tiene limitaciones, ya que los sueros resultantes no siempre cubren todas las especies y pueden causar efectos secundarios. En ese contexto, Friede decidió contactar a investigadores de todo el mundo para que estudiaran su caso.

PNG taipan & black mamba bites back to back part 1. Tim Friede

La respuesta no tardó. “Oh, vaya, esto es muy inusual. Tenemos un individuo muy especial con anticuerpos increíbles que creó durante 18 años”, afirma el científico Peter Kwong, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Columbia. Los expertos descubrieron en su sangre dos anticuerpos que neutralizan el veneno de distintas especies de serpientes.

“Lo emocionante del donante era su historia inmunológica única en la vida. No solo creó potencialmente estos anticuerpos ampliamente neutralizantes, en este caso, podría dar lugar a un antiveneno de amplio espectro o universal”, señala el autor principal del estudio, Jacob Glanville.

Aún falta un largo camino

Aunque los resultados iniciales son esperanzadores, el antídoto se ha probado únicamente en ratones. Los ensayos en humanos aún están lejos, y por ahora, el tratamiento no funciona contra mordeduras de víboras como las cascabeles.

“A pesar de lo prometedor, queda mucho trabajo por hacer”, advierte Nicholas Casewell, investigador de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, que no participó en el estudio.

Friede, quien trabaja junto con los investigadores en la empresa Centivax —la misma que financia el estudio—, no ha salido ileso de sus experimentos. Perdió parte de un dedo y terminó en el hospital tras una mordida particularmente dolorosa de una cobra. A pesar de todo, mantiene su objetivo claro: ayudar a salvar vidas. Y deja un mensaje contundente a quienes consideren imitarlo: “No lo hagas”.

*Con información de DW.

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