123RF (Viacheslav Iakobchuk) | Foto: 123RF (Viacheslav Iakobchuk)

Trabajo

Cuándo, cómo y lo que no debe hacer al renunciar a un trabajo

Renunciar a un trabajo que no le gusta puede ser liberador, pero hacerlo mal puede resultar espinoso. Le contamos cuál es la mejor manera de solucionar esta situación.

Oswaldo Beltrán
9 de mayo de 2017

En 2013, la editora rusa Marina Schifrin, se volvió famosa por hacer un video como forma de renunciar a su trabajo. En la grabación aparece ella bailando sobre los escritorios de su oficina, a las 4:30 am, con la canción ‘Gone’ de Kanye West,  y mientras se mueve aparecen subtítulos con las razones de su renuncia.  El video se volvió viral, incluso cuatro días después su jefe, junto con los empleados de Next Media Animation, respondió con otro video de baile que también se volvió viral.  

La popularidad del baile quizás se deba a que es algo que siempre hemos querido hacer, nos puede parecer una forma creativa, novedosa  y hasta épica de renunciar a un trabajo. Sin embargo, dejar en mal estado las relaciones con los antiguos compañeros de trabajo, no le conviene a nadie. “Al renunciar hay que hacerlo de la manera más formal posible, si la persona que está saliendo lo hace por motivaciones personales, o problemas con el jefe, lo mejor es intentar dejar las cosas en el pasado para que la puerta siga abierta”, dice Carlos Roldán, gerente de la división de Recursos Humanos de Michael Page, una empresa de reclutamiento especializado de profesionales.

Incluso la misma Marina Schifrin declaró en una entrevista, para el portal LinkedIn, que renunciar de esa manera no es lo más recomendable, a menos de que trabaje en una empresa creativa de animación, como fue su caso. “No renuncie de una manera épica, manténgase en su empleo por el tiempo que le sea posible, tenga ahorros y aplique a otras ofertas laborales. Cuando ya tenga algo mejor sobre la mesa, escriba una carta de renuncia amable” afirma Schifrin.

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¿Cuándo hacerlo?

“Aunque en Colombia la legislación no es clara en el tema, lo normal en las compañías es que la persona avise de su renuncia con dos o tres semanas, para que la empresa tenga tiempo de conseguir un reemplazo”, aconseja Roldán. Y es que hacerlo de manera intempestiva solo ocasiona caos. Póngase en el lugar de los otros, imagínese qué sentirían si en un lunes lleno de labores usted llega y les dice que se va, sin ninguna consideración y con el trabajo sin terminar.

Un buen momento para hacerlo es un viernes en la tarde, pues su jefe va a estar relajado y no va a indagar mucho en el tema ni discutirlo. Además le está dando el fin de semana a todos sus colegas para que absorban la información. También es recomendable que en el momento en que lo haga, tenga a su mano una lista con sus tareas y proyectos, la idea es mostrarle al jefe el estado en el que se encuentran, para así poder discutir cuales puede terminar o avanzar en el tiempo que le queda, eso deja una buena imagen de usted.  Por último, si le piden que esté más tiempo, recuerde que no tiene ninguna obligación y esa decisión debe tomarla usted.

Cómo NO hacerlo

Con la llegada de las nuevas formas de comunicación, muchos se han atrevido a renunciar por medios como whatsapp, quizás para evitar la incomodidad del momento. Hay algunos que incluso dejan el puesto de trabajo botado y no se aparecen, ni dan explicación. “He conocido casos de personas que ni siquiera vuelven por la liquidación, toda esto se termina filtrando y afectando la vida laboral de las personas. Pues siempre hay un proceso de referenciación informal, los candidatos no saben que de las ex empresas, donde las cosas no quedaron de la mejor forma, mantienen comunicación con su empresa actual” señala el especialista. Así que sin importar las motivaciones que tenga, nunca deje el puesto de trabajo tirado.

Otro error es expresar quejas contra la compañía como razón para abandonar el cargo.  Decir cosas como “no me siento valorado” o “el dinero que recibo no es justo”, crean conflictos con los colegas y con los jefes. Además no es justo que lo haga si nunca les expresó sus preocupaciones, y esperó  solo hasta el momento de marcharse, ya que algo pudo haber cambiado.

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Cómo hacerlo

Trate de que la información se mantenga confidencial y que el primero en saber sobre su renuncia sea su jefe. Para esto escriba una carta dirigida a la empresa, no al director, nada de usar whatsapp, memes en facebook, trinos ni otros modos contemporáneos. “ Siga el conducto regular, plantee la situación, exponga los motivos de su renuncia y sea muy sincero, pues esa información le sirve a la empresa para saber si hay fallas que corregir”, dice Roldán.

Tiene que estar preparado para las preguntas, no responda cuánto va a ganar, sencillamente diga que es información confidencial. Tampoco cuente cómo consiguió ese trabajo, simplemente diga que lo llamaron, ya que no deja buena imagen saber que mientras trabajaba con ellos, usted estaba buscando otras opciones.  La pregunta más complicada es “¿Qué podemos hacer para que continúe? “, en ese momento usted tiene que mostrarse confiado y decir que ha pensado mucho las cosas pero es tiempo de irse.

Después de que arregle con los directivos, escríbale un correo a sus compañeros despidiéndose y explicándoles la situación. Debe que ser agradecido con las personas con las que compartió y aprendió, no está de más que guarde una lista de contactos, pues existe la posibilidad de encontrarse con ellos en el ambiente laboral.

Las personas que se van con gratitud tienen más chances de ser exitosas, así lo aseguró el fundador de Virgin Group, Richard Branson, en el portal Business Insider. “Sigo siendo amigo de todos los que se han ido dejando los mejores deseos de para la compañía y estoy seguro de que conseguiremos oportunidades para trabajar en el futuro” dijo el empresario.

Por último, antes de irse haga la transición fácil, pero sin comprometerse con cosas imposibles, puede hacer ser cosas sencillas como comprometerse a entrenar a la persona que viene a ocupar su cargo.

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