Turismo
Así es el municipio cundinamarqués ideal para el turismo astronómico, ofrece lindas vistas y está muy cerca de Bogotá
Este destino tiene diversidad de atractivos para conocer.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado
Cundinamarca se ha consolidado como uno de los destinos atractivos para los turistas. En su larga lista de encantos están, entre otros, la famosa Laguna de Guatavita, un sitio histórico relacionado con la leyenda de El Dorado, y el Parque Natural Chingaza, hogar de una gran biodiversidad.
Además de su riqueza natural e histórica, esta región del país se constituye en un destino perfecto para quienes buscan aventuras al aire libre, pues hay diversidad de sitios para practicar actividades como el senderismo, el ciclismo de montaña y el avistamiento de aves. A esto se suman su gastronomía autóctona y sus festividades tradicionales.
Este departamento cuenta con 116 municipios y uno de ellos es ideal para el turismo astronómico, pues recientemente fue incluido entre los 10 principales destinos de astroturismo en Colombia, lo que marca un giro en su identidad turística, pues tradicionalmente ha sido reconocido por su mina de sal.

Información de la Gobernación de Cundinamarca indica que la Mina es el escenario principal para el desarrollo de estas actividades. De esta forma, los visitantes pueden participar en jornadas de avistamiento del cielo nocturno, así como de talleres de astronomía y recorridos especializados.
El desarrollo de este tipo de actividad se facilita debido a que este municipio ofrece unas condiciones geográficas y atmosféricas particulares, que favorecen la observación del cielo y sus estrellas.
Otros encantos
Sin embargo, tener una experiencia astronómica no es lo único que se puede hacer en este destino, que maneja una temperatura promedio de 13 grados centígrados y está a un poco más de una hora de Bogotá.
Este es un lugar perfecto para adentrarse en el misterio y la magia de la tierra, pues la mina de sal se ubica a unos 80 metros bajo tierra y los turistas tienen la posibilidad de recorrer túneles por los que se extrajeron miles de toneladas de sal.
Precisamente en estos espacios se recreó la experiencia vivida por los 33 mineros chilenos que quedaron atrapados en la Mina de Cobre San José, en el año 2010 en ese país.
En Nemocón también se visita el Museo de Historia de la Sabana, un espacio en el que se puede conocer sobre la formación de la sabana cundiboyacense, los minerales que la conforman y otras características de la región.
A esto se suman encantos naturales como el Desierto de Checua o también llamado de La Tatacoita, una muestra de bosque seco, en el que se aprecian formaciones arenosas que construyen cárcavas, estoraques y monolitos, un lugar que no tiene nada que envidiarle a los paisajes de otros espacios o territorios con características similares.
Otro punto a favor de los turistas es su rica gastronomía, en la que se encuentran platos típicos como la cuajada con melao, el beso de novia y el plato minero, que es una preparación tradicional que compartían los mineros luego de sus largas jornadas de trabajo.


