Colombia, además de ser considerado un paraíso para los amantes del turismo de naturaleza, aventura y bienestar, también se ha consolidado como un destino ideal para quienes buscan joyas arqueológicas.
Al suroccidente de Colombia, en plena cordillera Central de los Andes, exactamente en el municipio de Inzá, en el departamento del Cauca, se localiza una de esas joyas que despiertan el interés de los viajeros más curiosos. Se trata del Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro.

En este enclave de enorme valor histórico y cultural, se encuentra un valle de tumbas subterráneas excavadas en roca que, por su complejidad y simbolismo, siempre ha sido relacionada con los grandes complejos funerarios del antiguo Egipto.
De acuerdo con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y la Unesco, estas joyas arqueológicas son la mayor concentración de tumbas de tiro monumentales precolombinas con cámaras laterales, conocidas como hipogeos, las cuales fueron talladas en la toba volcánica bajo las cimas de las colinas y las crestas montañosas.

Sobre estas estructuras, algunas de hasta 12 metros de ancho y 7 metros de profundidad, se sabe que fueron edificadas entre los años 600 y 900 d. C. y que funcionaron como espacios funerarios colectivos de entierro secundario, destinados principalmente a miembros de las élites de estas antiguas sociedades.
Por otro lado, estas mismas fuentes explican que, el alto nivel de complejidad alcanzado por la arquitectura de estas tumbas resulta evidente en sus cámaras subterráneas, que evocan el interior de grandes viviendas con un admirable tallado en toba de las escaleras que dan acceso a un vestíbulo y a la cámara.
De igual manera, se destaca la disposición de columnas centrales y perimetrales, cuya ejecución exigió una planificación muy cuidadosa. A todo esto se suma su decoración con murales policromados elaborados con diseños geométricos, zoomorfos y antropomorfos en pintura roja y negra sobre un fondo blanco.
¿Cómo llegar al Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro?
Para quienes desean descubrir las joyas que se esconden en este sitio de interés, es importante tener en cuenta que el parque está situado cerca del resguardo indígena de San Andrés de Pisimbalá. Para visitarlo desde Bogotá hay tres opciones:

- En avión: es posible tomar un vuelo directo desde Bogotá hasta Popayán, cuyo trayecto dura aproximadamente 1 hora. Al llegar, justo al lado del aeropuerto se encuentra la terminal de transportes, desde donde se puede tomar un bus hasta Tierradentro. El recorrido por carrretera dura unas 4 horas.

- En bus: desde la Terminal de Transporte El Salitre se encuentra una ruta con destino a La Plata (Huila). El viaje dura unas siete horas y media y, una vez en el punto, se debe abordar otro bus rumbo a Tierradentro (dos horas).
- En carro particular: tomando la ruta Bogotá–Neiva–La Plata–Tierradentro, recorriendo una distancia total de aproximadamente 600 kilómetros y una duración entre 10 y 11 horas.
También se puede llegar desde Popayán, la ciudad más cercana al parque, o Cali, tomando primero un un bus hacia la Ciudad Blanca.










