¿Deporte extremo o trampa mortal? Lo que esconde el parasailing

En redes sociales ha circulado un video que le ha dado la vuelta al mundo sobre la trágica muerte de una joven de 19 años, llamada Tijana Radonjic, quién perdió la vida tras sufrir un ataque de pánico en el aire, mientras practicaba parasailing en Budva, Montenegro.

Las imágenes de la grabación que se ha vuelto viral en las plataformas digitales, muestran que en medio de su desesperación, la mujer optó por desabrochar su cinturón de seguridad y, posteriormente, ser víctima de una fuerte caída desde una altura de cerca de 50 metros.

El impacto fue tan fuerte que, de acuerdo con medios internacionales como el diario La Nación de Argentina, pese a que algunos paramédicos del sitio la auxiliaron rápidamente, ya no había nada que hacer.

Debido a esto, la muerte de esta joven no solo ha causado gran conmoción en Montenegro y el mundo digital, sino que también ha despertado varias dudas sobre el parasailing, también conocido como paravelismo, parascending o parapente acuático, una actividad recreativa en auge en los destinos costeros.

¿En qué consiste el parasailing?

Esta actividad consiste en que una o varias personas (hasta tres, según la modalidad) son sujetas a un paracaídas especialmente diseñado y remolcadas por una lancha a motor.

A medida que la embarcación acelera, el paracaídas se va elevando, permitiendo así a los participantes volar a decenas de metros sobre el mar, generalmente entre 50 y 100 metros de altura, explica el sitio web Aviación Digital.

Además de experimentar adrenalina intensa, como en muchos otros deportes extremos, el parasailing ha llamado la atención de muchos viajeros por ofrecer la oportunidad de disfrutar vistas panorámicas desde otra perspectiva, generando también una sensación de libertad.

Sin embargo, tras la tragedia de Tijana Radonjic, el debate sobre qué tan seguro es poner en práctica esta actividad parece no tener fin.

¿Qué tan seguro es y de qué depende para que sea una experiencia memorable?

En primer lugar, de acuerdo con una investigación de la Asociación Mundial de Parasailing, la seguridad depende en gran medida de las condiciones meteorológicas, así como el nivel de preparación de operadores y usuarios, incluyendo también la calidad de los equipos que se utilizan.

Aunque por el momento el caso de la joven de 19 años continúa en investigación, se resalta la importancia de tener una preparación psicológica o experiencia antes de animarse a participar en este tipo de actividades.

Si bien la investigación está en curso, el caso ha puesto el foco en los protocolos de seguridad, la preparación psicológica y la importancia de una adecuada capacitación tanto por parte de los operadores como de las personas que participan en este tipo de actividades.

No obstante, vale mencionar que prácticas como éstas siempre implican ciertos riesgos que deben evaluarse antes de llevarlas a cabo.

Según la misma fuente, la mayoría de los accidentes relacionados con el parasailing, se producen por una combinación de factores técnicos y humanos, pero es poco común que, como el caso de Radonjic, la causa se asocie a una decisión del usuario.

Otros incidentes se vinculan a cambios repentinos de clima, como vientos intensos o tormentas súbitas, aspectos que generan un ambiente inadecuado para volar.

A pesar de ello, la Asociación Mundial de Parasailing indica que más del 70% de los accidentes se asocian a defectos, mal mantenimiento o antigüedad del material, especialmente en lo que tiene que ver con el arnés y las líneas de remolque.