El pequeño pueblo antioqueño con nombre portugués que significa ‘bello paisaje’, una verdadera joya natural

En la subregión norte del departamento de Antioquia hay un destino imperdible para quienes aman la naturaleza, los planes de aventura, el senderismo y la pesca.

Se trata de Belmira, cuyo nombre es de origen portugués y deriva de ‘Bello Mirar’, que quiere decir ‘bello paisaje’, precisa información de la Gobernación del departamento.

Es un lugar ideal para quien busca tranquilidad, pues sus paisajes y la majestuosidad del páramo que hay en su territorio lo hacen único y mágico para vivir experiencias diferentes, conectándose con la vegetación, la flora y la fauna.

Este pequeño municipio, con menos de 7.000 habitantes, ubicado a hora y media de Medellín y con una temperatura promedio de 14 grados centígrados, es especial para realizar actividades como el avistamiento de aves, cabalgatas, visitar trucheras, observar cascadas y deleitarse con majestuosos amaneceres y atardeceres.

El portal Turismo Antioquia Travel indica que es un lugar propicio para el descanso de las familias, su clima frío y su cielo gris producen una mágica sensación de ensueño y hacen de sitio un paraíso.

¿Qué se puede conocer allí?

Dada su amplia oferta natural, Belmira es un municipio en el que los viajeros pueden conocer diversos lugares que resultan de interés. Por ejemplo, hay varias cascadas que son de admirar.

Una de ellas es la de Las Golondrinas, que está ubicada a unos 5 kilómetros de la cabecera municipal y es un tesoro hídrico de Belmira, ideal para darse un baño y conectar con la naturaleza.

A esta se suma, La Montañita, a donde se llega a través de un sendero ecológico. Es un lugar lleno de biodiversidad en fauna y flora y uno de los atractivos más llamativos del municipio.

Para los amantes de las caminatas y las buenas panorámicas está el Mirador del Norte, situado sobre el Páramo Santa Inés y es uno de los atractivos ecoturísticos más importantes de la región, pues en este páramo nace más del 70 % del agua que recibe todo el Valle de Aburrá.

Otra cima es el Alto El Calvario, un lugar lleno de biodiversidad de ecosistemas, donde es posible respirar aire puro en medio de un ambiente tranquilo. Destaca por sus bajas temperaturas por lo que la recomendación es ir hasta allí bien abrigado.

Las delicias de la trucha arcoíris

Así mismo, de acuerdo con datos de la Gobernación, visitar Belmira le permite al viajero embarcarse en una búsqueda culinaria única, como lo es la tradicional trucha arcoíris, que durante mucho tiempo ha poblado sus ríos y ha sido cultivada en estanques.

Uno de los planes es visitar la Truchera San José, la cual cuenta con más de 30 años de tradición y se ha convertido en un referente de la región en el turismo alrededor de este tipo de pescado.

Sin duda, Belmira es un lugar de ensueño para los amantes de la naturaleza y la biodiversidad, así como para disfrutar de sus delicias gastronómicas.