Turismo
El pueblo patrimonio de Colombia, cuyo nombre significa ‘baño de esposa’, un imperdible destino colonial que habla del pasado
Este mágico lugar lleno de historia, rico en naturaleza y con rica gastronomía, se encuentra a cinco horas de Bogotá.


Colombia se caracteriza ser un país en el que sus pueblos son de los grandes atractivos para conocer y disfrutar de sus encantos históricos, sus costumbres, las tradiciones de su gente y su riqueza natural y cultural, que en la mayoría de ellos abunda.
En ese contexto, en Boyacá es posible vivir experiencias diferentes, mientras se disfruta de un rico plato típico o se come una arepa boyacense escuchando las historias del pasado, en donde en muchas zonas los indígenas han sido protagonistas.
Uno de los pueblos imperdibles para conocer en este departamento es Monguí, que es considerado uno de los más lindos de la región. Allí los visitantes se deleitan contemplando la belleza de sus casas antiguas que, junto a sus calles empedradas, hablan fielmente del pasado y de la época de la colonia.
Es un lugar tranquilo y en el que la hospitalidad de sus moradores es uno de sus grandes valores agregados. De acuerdo con el Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr), el municipio fue habitado por los indígenas Samues o Sancas y dicen que el nombre del municipio se deriva de la montaña Montjuic, ubicada en la ciudad española de Barcelona. Sin embargo, otros se lo atribuyen a una expresión muisca que significa ‘baño de esposa’.
Lo más leído

Monguí hace parte de la Red Turísticas de Pueblos Patrimonio de Colombia y no solo es reconocido por su invaluable patrimonio arquitectónico, sino que allí los viajeros se encuentran con diversidad de atractivos naturales, que contribuyen a fortalecer su enorme potencial turístico.
La plaza principal es uno de los grandes encantos de esta población boyacense. A su alrededor, se encuentran diversas entidades civiles y religiosas con edificaciones que son fieles exponentes de su influencia arquitectónica colonial española, precisa la Red de Pueblos Patrimonio.
Una de sus particularidades es que allí se encuentra una pila de agua, que recuerda cuando en el pasado las personas acudían a ella para abastecerse del líquido y hay cuatro monumentos elaborados en piedra que ilustran las actividades del municipio: una mujer cosedora de balones, el minero del carbón, el balón de fútbol y el busto del padre Alonso Ojeda, párroco distinguido por liderar actividades en pro del bienestar de la población.
Producción artesanal de balones
Los monumentos relacionados con el balón se deben a que en esta población la producción de balones de estos artículos, de manera artesanal, es una de sus principales actividades económicas.

Se dice que desde el año 1930 hasta hoy, esta labor se ha convertido en una tradición. Así las cosas, más de un centenar de familias se han dado a la tarea de pasar de generación en generación los conocimientos y las técnicas para coser y vulcanizar balones de cuero, que tienen reconocimiento no solo nacional, sino también en el exterior.
En el paso por Monguí, los viajeros pueden hacer un recorrido por las fábricas y conocer de cerca esta tradición, que se ha consolidado en un gran patrimonio de sus habitantes.
Allí también es posible visitar la Basílica Menor de Nuestra Señora de Monguí, el Puente Colonial de Calicanto hecho de piedra, el Convento de los Franciscanos y la Capilla de San Antonio de Padua, los cuales fueron declarados monumentos nacionales en 1975. Sin duda, un lugar para conectar con la historia y aprender de sus tradiciones.