Este colorido pueblo es el más antiguo del Quindío; destaca por su arquitectura colonial
La población está rodeada de naturaleza con lindos paisajes.
Quindío es el departamento más pequeño del Eje Cafetero, pero es grande en diversidad y oportunidades turísticas para quienes deciden visitarlo. Esta zona del país está marcada por una gran oferta de atractivos naturales que les permiten a los viajeros deleitarse con sus paisajes en los que es posible apreciar una cantidad importante de flora y fauna.
El portal Quindío Travel indica que este departamento hace parte del territorio colombiano, declarado patrimonio por la Unesco como Paisaje Cultural Cafetero. En cada recorrido, quienes llegan hasta este lugar tienen la posibilidad de observar montañas uniformes, fincas cafeteras, parques temáticos, además de ríos y quebradas.
Está conformado por 12 municipios y el más antiguo de ellos es Salento. Su fundación se remonta a 1842, siendo también un lugar estratégico considerado “camino nacional” por donde pasaron próceres y algunos de los primeros exploradores científicos.
Esta población se caracteriza por estar adornada con la palma de cera, que es el árbol nacional, precisa el portal oficial de turismo Colombia Travel. Tiene un agradable clima de 18 grados centígrados, en promedio, y una de sus particularidades es su arquitectura colonial.
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En este pueblo las construcciones están hechas de bahareque y es posible observar una combinación de colores en sus fachadas, que además resaltan por balcones de madera repletos de macetas, de las que desbordan flores y helechos.
¿Qué se puede hacer allí?
Uno de los puntos imperdibles para conocer en esta población es el parque principal en donde, como en la mayoría de pueblos tradicionales, está la Alcaldía, el templo de Nuestra Señora del Carmen, restaurantes, almacenes y cafés.
La plaza está adornada con bancas y jardines que acompañan a una estatua del Libertador Simón Bolívar. También es muy tradicional ver en el centro del pueblo los “yipaos”, vehículos tradicionales que son usados para el transporte no solo de personas, sino de mercado, flores y acarreos. Esto hace parte de la cultura cafetera, que en el departamento de Quindío es muy marcada.
En Salento hay planes para todos los gustos. Para los amantes de la naturaleza están las fincas cafeteras, por donde es posible realizar recorridos para disfrutar de plantaciones de café y conocer de sus procesos de producción, sus variedades y preparación.
Uno de los planes imperdibles en este pueblo quindiano es la reserva natural del Valle del Cocora. Este espacio ofrece varios senderos para recorrer el paisaje lleno de palmas de cera que llegan a medir hasta 60 metros de altura.
Quienes llegan hasta este punto tienen la posibilidad de hacer recorridos en bicicleta de montaña, caminando y también se puede optar por apreciar la belleza del paisaje desde un parapente. Allí los viajeros pueden apreciar diversidad de especies de flora y fauna, en medio de un clima que resulta muy saludable, en donde es posible respirar aire puro y desconectarse de cualquier rutina.
En una visita a este destino, uno de los aspectos más importantes es disfrutar de sus platos típicos que incluyen la trucha, el sudado montañero, el sancocho, la bandeja paisa y el cochinillo a la Cocora, entre otros.