Este es el municipio de Colombia con menos habitantes, pero no el más pequeño. ¿Cuál es y qué se puede hacer allí?

Boyacá se caracteriza por ser uno de los territorios más diversos y acogedores de Colombia, a donde muchos viajeros quieren llegar por tratarse de un destino lleno de historia, riqueza natural, belleza colonial, montañas y páramos que lo hacen imperdible.

Sin embargo, lo que no muchas personas saben es que también es el departamento que alberga el municipio con menos habitantes del país. Si bien no es el de menor extensión territorial, pues los datos indican que tiene 35 kilómetros cuadrados, sí es el de menor cantidad de pobladores.

De acuerdo con el Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr), este municipio tiene 35 kilómetros cuadrados de extensión, está ubicado a unos 88 kilómetros de Tunja y se comunica por carretera con Corrales, Duitama, Gámeza, Floresta y Santa Rosa de Viterbo. Cuenta con menos de 1.200 habitantes y también hay una cantidad inferior a 200 casas, divididas en tres barrios rurales.

Un poco de historia

En el pasado este lugar fue llamado Boazá y se trata de un resguardo indígena, perteneciente a la comunidad chibcha, según Situr. El caserío estaba gobernado por el cacique Boazá. En su territorio se reunía este cacique con los de Gámeza, Pesca y Tota, quienes eran los electores del sumo sacerdote de la provincia de Sugamuxi, cargo que debía recaer, alternativamente, entre los caciques de Tobacía y Firavitoba.

Cuando llegaron los españoles a esta población, le cambiaron el nombre de Boazá por Busbanzá. Los padres agustinos fueron los primeros evangelizadores de las tribus de Busbanzá y Tobacía. Este es considerado un pueblo símbolo de lucha, unidad y preservación cultural, que los viajeros encuentran en el corazón de Boyacá.

Es un lugar que, si bien no es grande, tiene una importante oferta de atractivos naturales y culturales para los visitantes. Entre los principales lugares a visitar se encuentran el Cerro la Cruz, que ofrece lindas vistas panorámicas. En Semana Santa se realiza una peregrinación con el viacrucis a este lugar, el cual es acompañado no solo por los habitantes de la población, sino por quienes llegan de otras partes de la región y del país.

De igual forma, está el parque principal, que ha enfrentado algunas modificaciones como sus zonas duras y remodelación de la pileta en el año 2010, conservando sus plazoletas y jardines, desde donde se aprecia el diario vivir de sus moradores y la arquitectura de sus construcciones.

En este punto se encuentra también la iglesia de Santa Lucía, que conserva su encanto colonial y que, como en la mayoría de los pueblos, es uno de los principales atractivos para no perderse.

La gastronomía es otro de los aspectos a mostrar y conocer en este pequeño destino, que se caracteriza por su tranquilidad y la amabilidad de su gente. Allí se pueden probar deliciosas almojábanas, un producto que es muy importante para la economía local.

De igual forma, en Busbanzá los habitantes celebran con especial fervor las festividades en honor a Santa Lucía y a San Nicolás de Tolentino, las cuales se realizan cada año el tercer miércoles de enero.