Turismo
La ‘catarata salvaje’ que limita con dos departamentos del país; su nombre es de origen indígena
Este lugar es considerado un sitio sagrado por las comunidades indígenas de la región.

Colombia es un país biodiverso y con infinidad de destinos para conocer. Una de las regiones que llaman la atención por su exuberancia y la belleza de sus paisajes es la Amazonía, que esconde todo tipo de atractivos.
Uno de ellos es el Raudal de Jirijirimo, cuyo nombre es de origen indígena y significa “cama del güío“, según información de la Organización Colparques en su página web. Este es un enigmático destino que se encuentra a unas cinco horas de la población Pacoa, descendiendo por el río Apoporis.
Este afluente hídrico, que tiene una gran anchura, en este punto se divide en dos, creando una isla en forma de corazón que se considera es el comienzo de este raudal que se encuentra en los límites de los departamentos de Vaupés y Amazonas. Se dice que el río en su recorrido forma impresionantes cascadas y rápidos con figuras de escaleras.

Lugar sagrado
Este lugar es considerado un sitio sagrado por las comunidades indígenas de la región, quienes tienen la autoridad para aprobar o rechazar el acceso de los visitantes que buscan una experiencia única de aventura.
Se estima que la temperatura promedio en este rincón natural y majestuoso oscila entre los 25 y 30 grados centígrados. Según Colparques, este raudal es reconocido como el salto de agua más hermoso de Colombia, y su aislamiento, junto con el entorno natural que lo rodea, le otorgan un aura de misterio y exclusividad.
Uno de sus mayores encantos es que cerca de la caída de agua desemboca el río Cananarí, cuyas aguas oscuras son una característica. Quienes se aventuran a llegar hasta su cima pueden disfrutar de una linda vista panorámica de la selva.
Además, el área alberga una gran diversidad de especies, entre las cuales destacan las majestuosas guacamayas, que encuentran en este paraíso natural su hogar. En esta zona también es común encontrarse con boas o anacondas.

El raudal de Jirijirimo se ha consolidado como un emblema de la riqueza natural del país y un lugar de origen para los pueblos indígenas de la cuenca amazónica. En verano, es posible apreciar las piedras que salen a la superficie, pero en época de invierno, el caudal es abundante y hasta amenazante.
Los viajes turísticos o científicos al raudal del Jirijirimo no son comunes, por la lejanía y por el costo, pero representan un ingreso “extra” para algunas de las comunidades que habitan y cuidan ese territorio.
Para llegar hasta este sitio, los interesados deben volar entre Bogotá y Mitú, capital del Vaupés, y luego desplazarse en una avioneta hasta las comunidades indígenas que habitan cerca del raudal, quienes se encargan de la protección y cuidado de estas áreas.