Turismo
La decepción del sector hotelero y comercial en París tras los Juegos Olímpicos
El verano de 2024 en París prometía ser una temporada de oro para los dueños de negocios y gerentes de hoteles de la capital francesa.
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos atrajeron a millones de turistas, lo que hacía prever un impacto económico sin precedentes. Sin embargo, una vez finalizados los Juegos, el balance ha sido decepcionante para muchos en la industria de servicios.
Aunque los turistas llegaron en grandes cantidades, los resultados económicos no cumplieron las expectativas. Los datos oficiales revelaron que unos 1,7 millones de visitantes internacionales arribaron durante el período olímpico, un 13 % más que en el mismo periodo del año anterior, y que otros 1,4 millones de turistas franceses visitaron la capital, lo que supuso un aumento del 26 %.
A pesar de estas cifras positivas, muchos comercios y hoteles no vieron un aumento significativo en sus ingresos.
Parte del problema radicó en que, si bien los Juegos Olímpicos atrajeron a millones de visitantes, muchos de ellos solo viajaron a París para pasar el día, sin realizar compras o reservar alojamiento.
Tendencias
La afluencia de turistas no se tradujo en un aumento de las ventas en tiendas de lujo, restaurantes y hoteles, que habían invertido grandes cantidades para prepararse para este evento histórico.
Restricciones de seguridad
Uno de los principales factores que afectó negativamente el sector fue el despliegue de estrictas medidas de seguridad alrededor de las sedes olímpicas y otras zonas clave de la ciudad.
Desde mediados de junio, las autoridades parisinas cerraron estaciones de metro, avenidas principales y áreas peatonales, lo que dificultó el acceso de los turistas a las principales atracciones de la ciudad, así como a los comercios y restaurantes.
Incluso el Museo del Louvre, uno de los principales destinos turísticos de París, experimentó una caída significativa en sus visitas, con una disminución del 22 % durante los Juegos y del 45 % en las dos semanas previas a la ceremonia de apertura, en comparación con el año anterior.
Además, las barreras de seguridad instaladas a lo largo del río Sena dificultaron la movilidad de los visitantes y locales, lo que generó frustración entre los comerciantes que dependían de un flujo constante de clientes.
Ante las quejas del sector, el gobierno francés anunció el 14 de junio la creación de una comisión para gestionar las solicitudes de compensación financiera por parte de las empresas afectadas por las restricciones de los Juegos.
Jean-Marc Banquet d’Orx, presidente de un sindicato que representa a más de 2.000 hoteles, restaurantes y cafés en París, afirmó que aunque los Juegos no tuvieron un impacto inmediato positivo, las inversiones realizadas en la ciudad dejarán beneficios a largo plazo.
Un futuro incierto, pero con esperanza
El sentimiento generalizado entre los dueños de negocios es de decepción, pero también de esperanza a largo plazo.
Si bien el verano no generó las ganancias esperadas, las mejoras en infraestructuras y el impulso internacional que los Juegos dieron a la imagen de París podrían traer beneficios económicos en los próximos años.
En resumen, aunque el verano de los Juegos Olímpicos no fue el éxito inmediato que muchos esperaban, el legado de este evento y las inversiones realizadas en la ciudad podrían ser clave para el futuro económico de París.