Las siete rutas que permiten descubrir destinos encantadores en el Valle del Cauca; estos son sus atractivos

El Valle del Cauca se caracteriza por ser una región de contrastes y sabores, en donde los viajeros tienen la posibilidad de vivir experiencias auténticas y enriquecedoras, gracias a su múltiple oferta de atractivos que hacen de este departamento un destino imperdible para conocer.

En esta zona del país cada rincón encierra tesoros que merecen ser descubiertos y por ello, mediante el programa “Vive el Valle”, se trabaja con el objetivo de promover algunos destinos que tienen potencial, además de brindar apoyo a las comunidades locales.

Esta iniciativa, de Enlaza, filial del Grupo Energía Bogotá, y Comfenalco Valle Delagente, involucra siete rutas turísticas para conectar a los viajeros con la cultura, la naturaleza, la gastronomía y las tradiciones de esta región.

Se trata de destinos que aportan al turismo comunitario y en ellos se incluye Cartago, Guacarí, Ginebra, El Cerrito, Pradera, Zarzal y Palmira, que tienen diversidad de atractivos y que vale la pena conocer. Estos son algunos de los encantos de estos destinos.

El Cerrito, paraíso cultural y turístico

Este es considerado un lugar en donde la historia y la aventura se entrelazan. Allí se puede conocer el Parque Francisco Rada y el museo de la Caña de Azúcar, lugares que conectan con la cultura y costumbres de la región. De igual forma, el romanticismo de las haciendas plasmadas en las producciones literarias, cobran vida con una copa de vino y un dulce de chocolate. Allí los viajeros pueden disfrutar de senderos y paisajes de montaña, además de platos tradicionales como el sancocho vallecaucano.

Pradera, piedra ancestral Kwet Wala

Este destino invita a descubrir la sabiduría ancestral en la Piedra del Canadá, un lugar sagrado lleno de historia indígena. En la finca La Unión se armoniza el cuerpo y las emociones en contacto con la naturaleza y se disfruta los cantos de las comunidades afro, que evocan la esencia de esta cultura en un mágico lugar.

Ginebra, jardín botánico y musical

Este pueblo es el hogar del emblemático Festival Mono Núñez. Un destino donde la naturaleza y la cultura se fusionan. Allí los turistas pueden saborear un desayuno típico con el tradicional pan trasnochado, y exploran la historia del cañón de Puente piedra, mientras se disfruta de un refrescante baño en las aguas del río Guabas. Los visitantes pueden probar el auténtico sancocho de gallina cocido en fogón de leña.

Guacarí, experiencia del fiambre y el humedal Videles

Los líderes del programa indican que desde el patrimonio cultural hasta los sabores tradicionales, este destino invita a descubrir su esencia. En el corregimiento de Guabitas, los sabores locales cuentan historias y, en la Finca El Encanto, la tierra cobra vida con la uva, el cacao y los amasijos que nutren el alma. El Humedal Videles recibe a los visitantes rodeado de flora y fauna únicas.

Palmira, ruta ancestral

En este destino se vive una experiencia única al sumergirse en las raíces influenciadas por la cultura japonesa durante la época de la industrialización. Se aprende de los grandes acontecimientos culturales que se encuentran vinculados al centro cultural, antiguo Teatro Materón y se disfruta de la tradición de batir el manjar blanco.

Cartago, un sol bordado de historia

Experiencias gastronómicas, granja interactiva y alojamientos hacen parte de la oferta de este destino. Aquí, los bordados son identidad y tradición. Es un destino que permite sumergirse en los paisajes entre la planicie vallecaucana y los cultivos de café en la montaña, mientras se disfruta del río La Vieja.

Zarzal, tierra dulce y de arte

En este lugar se saborean las delicias locales como el dulce higuilla y desamargado de papayuela. La música a través de la marimba forma parte del legado cultural de las comunidades afro asentadas en este territorio. Los viajeros pueden completar su aventura en el Parque del Dulce con una experiencia única: la chicha de arracacha, un homenaje a las raíces de sus habitantes.

Estas rutas turísticas hacen presencia en la Vitrina de Anato, desde donde buscan fortalecer este programa creado para hacer visibles las riquezas naturales, culturales y gastronómicas del Valle del Cauca e incentivar la economía de la región.