Turismo
No es Ráquira ni Monguí. El lindo pueblo boyacense que destaca por sus casas coloniales, balcones coloridos y calles empedradas
Este destino se encuentra a un poco más de tres horas de Bogotá.

Boyacá es un territorio en el que los viajeros pueden apreciar diversidad de construcciones de estilo colonial y para muchos pueblos esto hace parte de sus encantos.
Esto se debe a que este departamento tuvo un papel determinante durante la colonización española, cuando se establecieron importantes ciudades y centros religiosos en la región, como Tunja, Villa de Leyva y Chiquinquirá, entre otros.
Los españoles trajeron consigo su estilo arquitectónico, que fue adaptado al entorno geográfico y climático de Boyacá. Además, la Iglesia católica fue fundamental en la región, lo que resultó en la construcción de numerosas iglesias y conventos siguiendo esos lineamientos coloniales.
Así las cosas, son varios los poblados que tienen estas características. Uno de ellos es Tibasosa, que es conocido como el ‘jardín de Boyacá’, debido a que sus balcones están constantemente adornados con flores de colores como las bugambilias y los novios.

Se trata de un pintoresco municipio que combina su rica historia con paisajes naturales; sin duda, un lugar para no perderse si se encuentra en un viaje por este departamento. Es un territorio al que se le reconoce por su belleza montañosa y su gente cálida, el cual ofrece una experiencia de tranquilidad y conexión con la naturaleza.
En su casco urbano conserva una gran parte de su arquitectura colonial, que se refleja en sus casas de paredes blancas y techos de teja roja, sus calles empedradas, y su iglesia principal, que es el centro de la vida religiosa del municipio. Esta riqueza arquitectónica atrae a los viajeros que admiran este tipo de atractivos y valoran lo que ellos significan.
De acuerdo con el Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr), en la lista de atractivos turísticos que las personas pueden visitar están: el páramo de Guática, que ofrece una buena vista de los poblados de Paipa, Nobsa, Duitama, Sogamoso, Iza y Pesca, y el Museo de Arte Religioso, declarado Monumento Nacional y ubicado en una de las casonas coloniales a orillas del río Chicamocha.

También es imperdible la visita a la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, que ha sufrido reconstrucciones sin perder su estilo colonial y todavía mantiene hermosos cuadros pintados en lienzo de afamados pintores de la colonia, estatuas talladas, el hermoso retablo del altar mayor tallado y dorado del siglo XVIII y el órgano, considerado como una de las mejores artesanías boyacenses.
Es un territorio con una hidrografía importante, compuesta por los ríos Chicamocha y Chiquito, además está rodeado de valles, páramos y laderas que lo convierten en un escenario propicio para el turismo de naturaleza, como senderismo y el avistamiento de especies. Es ideal para conectar con el entorno en medio de un ambiente tranquilo.
En cuanto a su gastronomía, son tradicionales platos como el cocido boyacense y las arepas de la región, pero, además, este lugar se caracteriza por la elaboración de productos derivados de la feijoa, que es una fruta que abunda en su territorio.