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Revelstoke: el paraíso del esquí en Canadá. Conozca uno de los lugares del mundo donde cae más nieve
El lugar perfecto para disfrutar del invierno y sus deportes.
Esquiar puede ser uno de los sueños por cumplir de muchos turistas que buscan las montañas más frías en diferentes partes del mundo para disfrutar de un paisaje
blanco inigualable y de los mejores deportes de invierno.
Canadá es uno de los países cuyas características se prestan para que año tras año cientos de personas quieran disfrutar de la nieve y es precisamente Revelstoke, uno de los sitios más buscados, debido a que es considerado como es uno de los lugares más nevados del planeta.
¿Cómo disfrutar al máximo de este paraíso invernal canadiense?
En el bosque pluvial del interior de la Columbia Británica se encuentra Revelstoke uno de los sitios con más cantidad de nieve del planeta.
Los bosques pluviales del interior son raros y se encuentran principalmente en el sureste de la Columbia Británica, Siberia y el este de Rusia. Estos inusuales ecosistemas se caracterizan por permanecer húmedos todo el año, pero, a diferencia de otros tipos de selva, la mayor parte de la humedad cae en forma de nieve.
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Esquí en Revelstoke
Además de batir récords de nevadas, Revelstoke Mountain Resort (RMR) es la estación con más desnivel de Norteamérica: 1.712 metros. Además, cuenta con The Last Spike una de las pistas de esquí más largas del planeta, de acuerdo a lo que se informa en la pàgina de National Geographic.
Por otra parte, cuenta con una escuela de esquí y en la base a la parte superior del telecabina está instalado un remonte de superficie llamado Cupcake Carpet, para crear allí una zona para principiantes.
Esta innovación ha aumentado notablemente el interés de quienes les gusta practicar los deportes en la nieve.
Por otra parte, se han empezado a instalar discretamente obras de arte entre los cedros, abetos y píceas de la estación, lo que hace aún más llamativo el recorrido.
El Club de Esquí Nórdico de Revelstoke, uno de los más antiguos de Canadá (1891), acondicionó 32 kilómetros para el esquí de fondo (tanto clásico como de patinaje) y mantiene otros seis dedicados a las raquetas de nieve.
Para los más pequeños existen atracciones que traen a la mente el origen ferroviario de esta ciudad. Se trata de el Museo del Ferrocarril de Revelstoke, que muestra cómo los trenes moldearon la vida en el montañoso Oeste canadiense.