Keizarsgracht, el segundo y más amplio de los canales.
Keizarsgracht, el segundo y más amplio de los canales. | Foto: iStock

TURISMO

Turismo en Ámsterdam, por tierra y agua: ¿qué hacer?

Es como descubrir. O redescubrir. ¿Sabe alguien cuántas veces se ha hablado de los canales de esta ciudad? Cuántas veces y cuántos hemos regresado, una y otra vez, desde que estábamos niños, a pedalear en bote por ellos o a echarle un ojo a estas casas flotantes… Es como redescubrir las calles, la historia, alguna gente y hasta el agua.

Kenneth Stamp, Nicolás Rodríguez Idárraga
18 de octubre de 2024

Quién pensaría que dos trozos de barco, uno de 1918 y otro de 1948, cruzaron mares lejanos —como insólitas medias naranjas de eras y geografías distintas— para ensamblarse aquí y convertirse en el hogar anfibio de una pareja que bautizó ‘Cormorán’ a su morada hace 22 años. Que dentro de un vagón de tren se terminaría de escribir una historia que empezó en la tierra, cruzó bosques y estepas y ahora se desanuda en el agua.

Si justamente ese efímero arte existiera, el de escribir en el agua, este podría ser un lugar de escribanos. Los primeros garabatos serían los de Cornelis Staets, quien cavó los tres principales canales de manera simultánea en 1612. Durante los 50 años que tardó el ensamble del Herengracht, el Keizergracht y el Prinsengracht —el ambicioso proyecto que pretendía convertir a Ámsterdam en la más sofisticada y eficiente red de canales que los comerciantes marítimos hubieran visto alguna vez— la ciudad creció cuatro veces.

Hoy, en el astillero NDSM, donde barcos abandonados cobran nuevas vidas, ha surgido un distrito cultural que es símbolo de renovación urbana en los Países Bajos… Entre bares, restaurantes, hoteles y talleres, artistas y toda suerte de habitantes siguen aportando al relato: el brasileño Eduardo Kobra escogió una de las paredes más notorias para hacerle un homenaje a Ana Frank, la joven judía que pasó dos años largos escondida con su familia antes de ser entregada a los nazis.Así como los amores tormentosos, la relación de Ámsterdam con las aguas navega entre el goce y el sufrimiento.

El Museo Marítimo, de 1656, fue considerado una maravilla de la arquitectura y el comercio oceánico hizo de este un lugar rico y próspero en el que puentes, canales y casas se multiplicaron durante siglos hasta forzar nuevos cinturones de tierra desde la Revolución Industrial. Un cuarto del país está actualmente bajo el nivel del mar y la ciudad depende de cientos de miles de pilares hundidos en un bosque sumergido. La primera capa de las construcciones de menor tamaño está 12 metros abajo del agua y un edificio como el Palacio Real está sostenido por 13.659 patas subterráneas y subacuáticas.

Basílica de San Nicolás en el centro de Ámsterdam.
Basílica de San Nicolás en el centro de Ámsterdam. | Foto: Foto: iStock

El cinturón entero de 165 canales de Ámsterdan, sus 75 kilómetros, la red del siglo XVII declarada por la Unesco como patrimonio mundial son apenas datos en fina letra de molde. Las letras difusas, las que más atención demandan para advertirlas, son, por supuesto, menos evidentes. La de la bandera de Róterdam y la de Suiza, que señalan las dos medias naranjas que navegaron hasta unirse en la casa de Arnoud y Jeanette; la de Nora y Eric, pareja de músicos que vive en su bote cerca del centro de la ciudad y esquivan cámaras y preguntas —como la mayoría de residentes—… En fin, letras que hoy son historia, como la de los caballeros —Herengracht—, el emperador —Keizergracht— y el príncipe —Prinsengracht— o que pueden serlo, como la de ese antiguo vagón de tren, cuyo mapa de travesía hoy se desconoce, pero que flota, como casa, al lado de la de Arnoud y Jeanette. Este, el de los canales, es el ADN de Ámsterdam.

Personas, lugares y canales

Nadine y Teo Elandsgracht y JordaanPara Nadine y Teo, su amor mutuo solo puede compararse con el que sienten por la ciudad que los unió. Aun sin haber nacido en Ámsterdam, la urbe hace parte importante de sus identidades. El trabajo de Teo, como diseñador de calzado, lo llevó desde Australia hasta los Países Bajos, mientras que Nadine, nativa del sur del país, vio en Ámsterdam la locación para iniciar un nuevo capítulo de su vida. Ambos, casi instantáneamente, se enamoraron de la ciudad por razones propias. Para Teo, es muy cálida, a pesar de ser tan grande.

Estatuas de músicos en Elandsgracht, distrito de Jordaan.
Estatuas de músicos en Elandsgracht, distrito de Jordaan. | Foto: Foto: ivotheeditors / Getty Images

“Como un expatriado que vino a Ámsterdam para trabajar, tuve que mudarme y resolver muchos asuntos en muy poco tiempo. Lo que me sorprendió más de los neerlandeses fue su generosidad y su disposición para ayudar o brindar consejos”, dice.Teo y Nadine se fueron a vivir juntos hace poco en un espacioso apartamento de dos pisos, en el vecindario de Jordaan, un área que, al igual que sus vecinas en el centro de Ámsterdam, a pesar de ser de origen modesto, ha experimentado últimamente un incremento de precios. “Jordaan siempre fue mi parte favorita de la ciudad, pero jamás imaginé que iba a vivir aquí” —reconoce Nadine—.

“Es un área magnífica, llena de boutiques, tiendas gourmet y galerías de arte. Es simplemente perfecta”. La pareja vive justo encima de Elandsgracht, una de las calles más famosas del Jordaan. Durante el siglo XX, el barrio fue el hogar de algunos de los músicos más populares del país, en particular del género conocido como smartlappen. Cantantes como Johnny Jordaan y Willy Alberti fueron inmortalizados con estatuas en la esquina de Elandsgracht y Prinsengracht. “Cada año, en septiembre, la gente del barrio se une para celebrar a los músicos en un festival. Y aun si este no es tu tipo preferido de música, el evento resulta imperdible porque combina lo mejor de Ámsterdam: comida, música, cultura y esa típica ‘gezelligheid’ (comodidad) neerlandesa”, agrega Teo.

A pocos pasos del Jordaan se encuentran De 9 Straatjes (Las Nueve Calles), uno de los distritos de compras más famosos de la ciudad. Aquí, de canal a canal, nueve calles están llenas de tiendas de ropa vintage, boutiques de diseñador, restaurantes y bares. Le pregunto a Nadine por sus tiendas favoritas y menciona, entre su larga lista, Laura Dolls y Episode. Valentino El Amstel. A este modelo le gusta decir que nació en Ámsterdam pero fue criado “en la moda”.

Desde la capital, Valentino puede realizar estudios de fotos, visitar pasarelas y trabajar en su portafolio. “Para alguien que ama el diseño de vanguardia, tanto como yo, este es el lugar indicado”, agrega. ¿Su momento favorito del año? El comienzo de septiembre, cuando se lleva a cabo la Semana de la Moda. Sentado junto a la pasarela, reconoce, es posible palpar el lado más arriesgado del estilo de Ámsterdam. Cuando no está alimentando su cuenta de Instagram con nuevas fotos, Valentino recorre la ciudad desde algunas de sus zonas más entregadas a la moda. Empezando por el famoso mercado de las flores, el Bloemenmarkt, es posible caminar al centro de la ciudad (De Munt) en un recorrido lleno de boutiques.

Valentino vive sobre el canal Amstel, uno de los más grandes de Ámsterdam. “Es la ruta perfecta para caminar: te ofrece la mejor vista posible del paisaje de la ciudad y esas casas que la hacen famosa. Algunos creen que se trata de un cliché pero realmente las amo”.Continuando el camino por el canal, se encuentra Stopera, punto de partida para botes de excursión por la ciudad. “A pesar de que llevo años viviendo en Ámsterdam, sigo realizando viajes en barco de vez en cuando. Descubrir la ciudad desde el agua brinda una perspectiva única”. También, en la misma ruta, sobresale el Hermitage Amsterdam, una réplica del museo homónimo de San Petersburgo que ofrece con frecuencia espectáculos de arte y música. “El recorrido incluye el Teatro Carré y, eventualmente, se llega a uno de mis restaurantes favoritos: Café Restaurant De Ysbreeker”.

Para Valentino, este lugar es perfecto para tomar café en las tardes, acompañado de alguna delicia de su carta de postres. Lo mejor: la vista desde la terraza. XavieraEl Prinsengracht y el HaarlemmerdijkNacida y criada en Ámsterdam, Xaviera no contempla otra ciudad en el mundo para vivir. Antes de encontrar un lugar para establecerse, ella y su familia se mudaron a distintos puntos de la urbe, lo que le dio un enorme conocimiento de los distintos barrios. Descubrió muchos rincones de su manera favorita: a pie. “Es una ciudad con muchos medios de acceso y movilidad, pero caminarla otorga una dimensión adicional”.Luego de tantos años de andar, siguiendo el curso de los canales, Xaviera puede decir, sin duda, que sus favoritos son el Prinsengracht y el Haarlemmerdijk. De hecho, su sábado ideal comienza con una visita al excéntrico Cora, en Prinsengracht. “Créeme, después de ir a este lugar los otros sándwiches no serán iguales”, dice.

Siguiendo por este canal, Xaviera cruza el centro de la ciudad pasando las Nueve Calles hacia el distrito Oeste. Aquí se encuentra la icónica iglesia Westerkerk y la casa de Ana Frank. En una habitación oculta al fondo de la vivienda, Ana y su familia se ocultaron de las fuerzas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. Durante este tiempo, escribió el diario que le ha dado la vuelta al mundo. Xaviera recuerda haber visitado este museo durante la secundaria. “La historia de Ana Frank es parte esencial de la ciudad. Ella es un ícono y una heroína de su tiempo. Las largas filas de visitantes en frente de la vivienda nos recuerdan su impacto en la gente”, agrega.

En esta misma área, Xaviera encuentra su zona favorita para ir de compras: el Haarlemmerdijk y el Haarlemmestraat. “Aquí encontrarás una mezcla de tiendas gourmet, incluyendo los quesos holandeses, así como espacios de diseño interior o de discos. Es un paraíso para quienes no siguen las normas con su estilo. Visito este lugar más veces a la semana de lo que usualmente admito”, afirma. Para ella, este vecindario siempre tiene cosas nuevas para sorprender a sus peatones. Lo mismo aplica para toda la ciudad: “siempre logra cautivarte, no importa cuánto tiempo lleves recorriendo sus calles”.

¿Qué hacer en Ámsterdam?

¿Dónde divertirse? American Book Center Spui 12 theamericanbookcenterUna de las colecciones de literatura inglesa más grande de Europa occidental, desde novela contemporánea y lo nuevo en poesía. Museo StedelijkMuseumplein 10 stedelijkmuseumSu curaduría está centrada en arte contemporáneo y moderno, principalmente posterior a la década de los veinte, y en diseño. ¿Dónde comer? Buffet van OdettePrinsengracht 598  buffetvanodetteComida francesa con productos locales. El omelette de queso con trufas ya es parte de la leyenda. Bar SpekAdmiraal de Ruijterweg 1 barspekAbre a tiempo para el desayuno y cierra pasada la medianoche. El favorito de los jóvenes ofrece un menú enorme de posibilidades a precios razonables.

¿Dónde dormir? Grand Hotel Amrâth Ámsterdam Prins Hendrikkade 108 amrathamsterdamEn el centro histórico de la ciudad, a 500 m de la estación central y a 1 km de la plaza Dam. Habitaciones de estilo art déco con techos altos y ventanas grandes, que permiten la entrada de luz natural. Royal Ámsterdam Hotel Rembrandtplein 44 royalamsterdamUbicado en la plaza Rembrandt, está a 400 m del mercado de las flores, a 400 m del centro comercial Kalvertoren y a 850 m del Teatro Real Carré. Opción ideal para viajeros interesados en chocolate, comida y mercados de Navidad.

Europa ‘92 Eerste Constantijn Huygensstraat 103 hoteleuropa92amsterdamRenovado en 2012, este hotel familiar está situado muy cerca de la Plaza Leidseplein, con su amplia oferta de restaurantes, cafés, bares, pubs y teatros; Vondelpark está a tres minutos a pie.

Actividades

Crucero por los canales

Combina un tour por tierra con un paseo por los pintorescos canales, donde se establecieron residencias de comerciantes y almacenes durante el siglo XVII.

Molinos de viento

Adéntrate en la campiña holandesa para visitar antiguos molinos de viento, pueblos de pescadores y talleres de fabricación de zuecos.

Artículo originalmente publicado en la edición 65 de la revista Avianca