Vehículos
Conducción eficiente o eco-driving: así puede comprobar si un vehículo ahorra gasolina o si resulta un golpe rudo al bolsillo
Los hábitos de conducción son claves para calcular qué tanto combustible gasta un vehículo.


En un mundo donde el precio del combustible no deja de fluctuar, saber si un vehículo es realmente económico en cuanto al consumo de gasolina se ha vuelto una necesidad clave para los conductores conscientes de su presupuesto.
Aunque muchas marcas promocionan sus modelos como “ahorradores”, la realidad puede ser diferente cuando el auto está en la calle.
Revisar el consumo oficial (L/100km o km/l)
El primer paso para evaluar la eficiencia de un auto es verificar su consumo oficial, el cual suele estar disponible en el manual del vehículo o en la ficha técnica publicada por el fabricante.

En países como México, Colombia o España, se expresa comúnmente en kilómetros por litro (km/l), mientras que en Estados Unidos y otros mercados se utiliza la unidad litros cada 100 kilómetros (L/100km).
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Por ejemplo, un consumo de 5 L/100km equivale a recorrer 20 km/l. A menor cantidad de litros por cada 100 km, más eficiente es el vehículo, algo que a simple vista suena lógico, pero que debe tenerse en cuenta porque estas medidas y cálculos pueden variar según las condiciones de conducción, del terreno, del clima, entre otras, según explicó FuelEconomy.gov
Consultar pruebas independientes y reseñas
Las cifras oficiales no siempre reflejan el consumo real. Por eso, consultar pruebas independientes es esencial.
Sitios especializados como MotorTrend, Autobild, Consumer Reports o KM77 realizan tests en diferentes condiciones (ciudad, carretera, mixto), lo cual brinda una visión más realista del consumo.

Por ejemplo, un vehículo que promete 22 km/l puede ofrecer solo 17 km/l en condiciones urbanas reales, especialmente con aire acondicionado encendido o tráfico denso.
Evaluar el tipo de motor y tecnología utilizada
Los motores pequeños no siempre significan menor consumo. Un motor turboalimentado de 1.0 litros puede consumir más que un 1.6 atmosférico si se exige mucho en carretera.
Además, tecnologías como Start-Stop, inyección directa, cajas CVT o mild hybrid (híbrido suave) ayudan a mejorar la eficiencia, especialmente en entornos urbanos.
Los modelos híbridos, como el Toyota Prius, destacan por su bajo consumo en ciudad, mientras que los vehículos diésel suelen ser más eficientes en trayectos largos, aunque su mantenimiento puede ser más costoso.
Analizar el peso y la aerodinámica
Dos factores que inciden directamente en el consumo son el peso y la aerodinámica. Un vehículo más liviano y con una mejor penetración aerodinámica requerirá menos energía para desplazarse, por ende, consumirá menos gasolina.
SUV y pickups, por ejemplo, suelen tener consumos más altos por su peso y forma cuadrada.

El coeficiente aerodinámico (Cx) ideal en un auto eficiente está entre 0.25 y 0.30. Modelos como el Tesla Model 3 o el Hyundai Ioniq se destacan por su diseño enfocado en la eficiencia.
Uso y hábitos de conducción
Por último, el factor humano es determinante. Un conductor con aceleraciones bruscas, frenadas frecuentes y exceso de velocidad puede aumentar el consumo hasta en un 30 %.
También influye el mantenimiento: un filtro de aire sucio, neumáticos desinflados o aceite viejo pueden elevar el gasto de gasolina de forma considerable.